Ciudad de México.- La Gestión Integral del Riesgo de Desastres (GIRD) es el proceso de planeación, participación, evaluación y toma de decisiones que, con base en el conocimiento de los riesgos y su proceso de construcción, resulten en la implementación de políticas, estrategias y acciones para la previsión, reducción y control de los riesgos que devienen de eventos como sismos e inundaciones, a fin de lograr territorios más seguros, humanos y resilientes.

Dada la necesidad de impulsar el rol de niñez y adolescencias, como actores y parte de las estrategias implementadas para la reducción de los peligros en casos de emergencia, la Secretaría Ejecutiva (SE) del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna), adscrita a la Secretaría de Gobernación, les coloca como agentes de cambio al impulsar la cultura de la gestión integral de riesgos en sus familias y comunidades.

El director de Promoción de los Derechos Humanos de Niñas, Niños y Adolescentes de la SE del Sipinna nacional, Fernando Gaál Rodríguez, participó en el conversatorio digital ‘La importancia de la niñez y la juventud en la Gestión Integral del Riesgo de Desastres (GIRD) en México, promovido por el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).

Destacó la importancia del rol de las autoridades para proteger a este grupo etario en las situaciones de emergencia o desastre; esto por el derecho de prioridad que tienen.

No obstante, hasta ahora el papel de las y los menores de 18 años de edad en este tema no ha sido respetado, por lo que la SE del Sipinna nacional realiza acciones como capacitar acerca de qué hacer en estos casos, dotar de recursos a personas adultas para facilitar procesos participativos e involucrar a niñas, niños y adolescentes en la reconstrucción y las resoluciones, a fin de contener y atender los daños que hayan sufrido.

Citó, como ejemplo de participación y aportación de este grupo de la población, en casos de desastre, el sondeo OpiNNA Reconstrucción realizado luego de los sismos de septiembre de 2017, donde 56 por ciento de quienes contestaron las preguntas del ejercicio, comentó que les gustaría ensayar con mayor frecuencia los simulacros por ser prácticas que les haría sentirse con mayor seguridad en sus escuelas y otros espacios.

Añadió que existen materiales, como la guía para docentes denominada Los primeros días en el aula después de la emergencia, elaborados por la SE del Sipinna nacional, que están dirigidos a maestras y maestros, para involucrarles en una atención más cercana a su alumnado.