Altamira, Tamaulipas. - Desde hace más de 20 años, la población inició con la siembra de ficus en la zona, acto que parecía embellecer las fachadas de los hogares, sin embargo, a largo plazo ocasiona graves daños en el entorno, indicó el director de Ecología y Medio Ambiente en Altamira, Rubén Herver Zárate.

Expresó que la vegetación nativa también conocido como “árbol de trueno”, se utilizaba inclusive para delimitar una cera de terreno, pero conforme el tiempo los propietarios observaban que la raíz genera destrozos, desde el levantamiento de concreto, hasta la fisura de tubería.

Dijo que con el paso de los años puede llegar a ser peligroso si no se le da un mantenimiento, pues su tamaño descomunal puede causar mayores problemas.

Herver Zárate precisó que este tipo de árboles han sido reportados por los daños causados en sectores del municipio, siendo autorizada su poda de manera inmediata.