Matamoros, Tamaulipas. - Un venezolano estuvo a punto de morir ahogado en el río Bravo esta mañana, pero gracias a la oportuna intervención de un connacional suyo logró ser rescatado y puesto a salvo en el lado mexicano, aunque al final fue trasladado al Hospital General para atención médica, porque tragó agua contaminada.

Fue esta mañana, cuando un grupo de sudamericanos se lanzó al caudal para llegar a suelo estadounidense y entregarse a la Patrulla Fronteriza, en la que Daignel Pérez, de 20 años, casi perece en el intento.

El joven al ir nadando con sus primos, quienes se aventaron luego de que integrantes del Instituto Nacional de Migración (INM) se ausentaron de la zona para ir a disuadir a otros extranjeros que también buscaban internarse en el agua, se enredó entre el lirio acuático y ya no pudo avanzar.

Con la desesperación comenzó a manotear ante la mirada de sus familiares, quienes prefieren llegar al otro lado y omitir auxiliarlo.

Tuvo que meterse al agua un migrante que estaba detrás de las vallas para sacarlo y llevarlo al bordo matamorense.

“Me acerqué porque se estaba ahogando y no podía dejar que se muriera”, declaró Nelson Méndez, quien le salvó la vida.

Daignel fue recostado en el lugar y minutos después llegaron los paramédicos de la Cruz Roja para darle asistencia, además de canalizarlo al nosocomio público para que recibiera cuidados, donde se reporta estable, mientras sus parientes que prácticamente lo abandonaron a mitad de río, sí lograron alcanzar a llegar a los Estados Unidos y ser detenidos por las autoridades.

“Ya no pude salir, me tocó devolverme. Pensé que me iba a morir”, apenas pudo pronunció.

El director médico de la Cruz Roja, José Arturo Sibaja Perales, expuso que el hombre ingirió agua contaminada y por eso es que se le someterá a tratamiento para evitar alguna afectación mayor.

Desesperación

Los solicitantes de asilo siguen siendo presa de la incertidumbre y continúan asediando la frontera del país norteamericano mediante esta acción, aunque eso constituye una irregularidad y pese al esfuerzo de los servidores públicos de ambas naciones por frenar estos actos.

“Es desesperante que si estás en la recta final de alcanzar el sueño americano, te digan que te van a devolver a tu país. Por eso estamos cruzando así, arriesgando nuestras vidas”, argumentó la venezolana, Wendy Mujica.

El anuncio que ha hecho en días anteriores el gobierno de Joe Biden sobre la repatriación a Venezuela de migrantes ha causado más desasosiego entre esta comunidad, que esperan una cita mediante CBP One, pero que muchos no han concretado.