Ciudad Victoria, Tamaulipas. - Son visibles los daños a la infraestructura que presenta el Palacio Federal de esta ciudad capital, el cual alberga a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Correos, Telégrafos, Semarnat, Registro Federal de Electores, entre otras dependencias gubernamentales, por lo que esperan el cumplimiento de la cuota de una de las dependencias que ocupan el lugar, para realizar el mantenimiento requerido.

A través del oficio No. PFV/164-1/2023, fechado el 06 de octubre del presente año, la administradora del Palacio Federal de Ciudad Victoria, Estela Eugenia Legorreta Rodríguez, solicitó a una de las dependencias inquilinas, “el pago de las cuotas de recuperación del área que ocupa esa dependencia…correspondiente al mes de septiembre por un monto mensual de 39 mil 127 pesos, que  permitirán cumplir con las actividades dentro del Programa Anual para la Administración y Operación y Mantenimiento”.

El inmueble, construido en 1947, como homenaje al Escuadrón 201 de la Fuerza Aérea Mexicana, presenta deterioros visibles a su estructura, que tal pareciera no han recibido la atención oportuna para su mantenimiento, y que desde luego representa un peligro para los trabajadores y personas que acuden a realizar algún trámite.

Como bien se sabe, el Palacio Federal de Victoria, ubicado en el corazón de la capital tamaulipeca, está sobre la avenida Juan B. Tijerina con Morelos, y ha sido escenario de amenazas de bomba, escenificación de la pasión y muerte de Jesús en Semana Santa y, desde hace algunos años, se realizan, como parte de los ejercicios simulados por el Día Nacional de Protección Civil, simulacros cada 19 de septiembre.

Su construcción estuvo a cargo del Despacho de Talleres y Construcciones y fue un homenaje al escuadrón 201 de la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana (FAEM), quienes participaron en la segunda guerra mundial.

Si bien, el edificio construido durante el gobierno del presidente Manuel Ávila Camacho forma parte de la estructura del gobierno federal, hoy luce abandonado, con vidrios rotos, algunas paredes agrietadas, cuarteadas y despintadas y sin la esperanza de que alguna autoridad repare su aspecto físico desmejorado.