Las propuestas no ganan elecciones, la narrativa si
Domingo 2 de junio de 2021, 5:59 pm. miles de tamaulipecos tienen los ojos pegados a la pantalla del televisor o mejor dicho a sus “smartphones” a la espera de saber quiénes serán los que gobiernen sus municipios por los próximos tres años, “los candidatos que brinden soluciones y que representen el triunfo sobre quien no quiero que gane”.
Las encuestas nos dicen que el ganador de la jornada electoral superará por 5 puntos porcentuales al segundo lugar. La tendencia se cerró, en las semanas previas, el segundo lugar experimento una subida meteórica en su intención de voto. En los medios se ha especulado que el outsider inclusive tiene posibilidades de ser electo. La cuenta regresiva empieza, los votantes sostienen el aliento.
La cuenta llega finalmente a cero a las 6:00pm, y una mitad se lamenta, mientras la otra celebra con lágrimas en los ojos el triunfo del candidato de un partido y símbolo completamente desconocidos seis meses atrás. El outsider ha logrado derrotar a su oponente por cinco puntos porcentuales luego de una campaña cargada de emoción y disputas.
Apenas media hora después, el tradicional “templetazo” del virtualmente electo presidente municipal está acompañado por banderines, pancartas, gente eufórica y música a todo volumen. Pero hay algo que todos los que votaron por él esperan con ansias.
Ya en el templete cumpliendo con las expectativas, el flamante ganador extrae de su bolsillo una foto de su familia en la que aparecen sus padres quienes acaban de morir una semana antes del inicio del proceso electoral y esa foto lo ha acompañado durante toda la campaña.
La eleva hacia el cielo y agradece por todo a quiénes le dieron la vida. Muchos de los presentes rompen en llanto: la foto simboliza el compromiso con los ciudadanos, como siempre resaltó el candidato.
Para quienes votaron por él, marcar la foto no solo fue dibujar un aspa en el papel, sino el resultado de la empatía que lograron sentir por alguien que tiene en sus padres a su modelo a seguir, y que se encuentra ahora con los brazos extendidos, saludando a sus adeptos.
Una gran narrativa gana elecciones. No hay nada más convincente para el electorado que una historia clara, concisa y bien contada, en la que se haya definido con precisión la situación, la amenaza, el propósito, el villano y el héroe.
¿Qué es la línea narrativa o storytelling? Es el arte de contar una historia, de encontrar un arco narrativo sobre el que llevar a los votantes. Quien lo haga bien, gana. Quien lo haga mal, pierde. El electorado es así de básico. Y por ende, las elecciones.
Año 1999. Nadie apuesta un centavo por George W. Bush en las elecciones presidenciales estadounidenses. Su rival, Al Gore, era el llamado a suceder a Bill Clinton, uno de los presidentes más populares en los últimos 50 años.
Las propuestas de Gore eran sólidas y coherentes. Lo reconocían hasta los republicanos, quienes no creían mucho en su candidato, ni en sus ideas. Sin embargo, Mark McKinnon, uno de los grandes estrategas políticos de ese país, supo qué historia contarle al electorado.
UU. había caído en un desmoronamiento moral bajo Clinton, por cuenta del escándalo con Monica Lewinsky. El villano era claramente Clinton. El propósito: devolverle la dignidad y el honor a la Casa Blanca. ¿El héroe? Bush, un tipo cercano. ¿Resultado? El republicano ganó la presidencia.
Año 2004. Bush, con índices de popularidad por debajo del 50%, estaba contra las cuerdas y asomaba con fuerza el demócrata John Kerry para sucederlo. ¿Cuál fue el storytelling de McKinnon para esta contienda? El país estaba bajo la amenaza terrorista internacional. El villano de esta narrativa era Osama Bin Laden. El propósito: proteger EE.UU. ¿El héroe? Bush. ¿Resultado? Repitió presidencia.
La narrativa o el storytelling es una variable fundamental en la ecuación de las campañas victoriosas. México no ha sido ajeno a este fenómeno, solo que no hemos sido tan metódicos como los estadounidenses. Pero eso está cambiando.
Las buenas historias en política tienen un “héroe” que está dispuesto a hacerlo todo para salvar a una “princesa” de un “villano” perverso con el uso de un “talismán”. En ocasiones el “héroe” cuenta con la ayuda de un “mentor” o “ayudante” que hace su misión posible.
Esta forma de ver la narrativa en política no solo es útil para asignarle al político un rol dentro de la historia que él quiere contar sino también sirve para que sus receptores, los ciudadanos o su electorado, comprendan la historia y se sientan identificados con el rol que tienen dentro de ella.
El 7 de junio del próximo año, sabremos qué narrativa caló en la contienda electoral, pero de lo que no cabe duda alguna es que alguien deberá saber interpretar las historias que los ciudadanos quieren escuchar.
Reiteradamente las encuestas nos dicen que son las propuestas un indicador por el cual el elector deposita su confianza en un candidato. Las encuestas electorales miden intención de voto o estimación de voto. Recordemos que no es lo que el elector dice para marcar una estrategia, sino lo que hay detrás de lo que dice.
Las Propuestas NO GANAN ELECCIONES, LAS NARRATIVAS SI.
Alberto Rivera
Construyo procesos de comunicación siendo y haciendo cosas diferentes, provocando emociones y moviendo conciencias hacia la participación social y política.
Ayudo a potenciar marcas de proyectos políticos y gubernamentales a través del descubrimiento de insights, arquetipos de marca y estrategias de comunicación política.
Soy consultor, catedrático y speaker en Estrategias de Campaña Política y de Gobierno. Director General de Visión Global Estrategias.
Soy originario de Tampico, Tamaulipas y cuento con una Maestría en Educación, Maestría en Política y Gobierno y Doctorado en Filosofía; además de tener diversas especializaciones en Comunicación Política, Consultoría Política e Imagen.
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