Se cumple un año del comienzo de la administración del Dr. Américo Villarreal Anaya, un año con grandes expectativas, pero sobre todo de grandes retos. Habrá que reiterar que ha sido un año peculiar en el aspecto político, condiciones como con las que comenzó la actual administración no se habían presentado anteriormente.

Esto hizo que muchas cosas no caminaran como tenían pensado, se politizó mucho el ambiente y entre diversos desencuentros políticos, se agudizaba la polarización entre facciones contrarias. El encono a nadie conviene y aunque en la política es algo que mucho se da, el llevarlo al límite es algo que termina perjudicando fuertemente a la ciudadanía.

Aun así, el Dr. Américo ha optado por darle un sello de congruencia, respeto y sobre todo de cordura a su administración. No se podrá decir que todo ha sido favorable, pero en épocas de fuertes retos se trabajó duro y se va encaminando a ir cristalizando más proyectos. En este caso habría que ver la participación también de los colaboradores de las diferentes secretarías.

Un año es un lapso suficiente como para hacer un análisis hacia el interior de su equipo y tomar las decisiones que se necesiten para ajustar y mejorar. Continuidad a los que le han dado resultado y la realización de cambios en donde también lo requiera. Ellos sabrán sus métodos del cómo hacerlo, pero siempre es sano actuar sobre ello.

Hay que tomar nota también de los aprendizajes y/o en lo que faltó más por hacer o como lo dijo Bill Gates, “Está bien celebrar el éxito, pero es más importante poner especial atención en las lecciones que nos dan los fracasos”. Es de sabios siempre ser autocríticos y saber reconocer las áreas de oportunidad existentes.

En su informe, una presentación sobria de los resultados y de actualidad de su gobierno, cumpliéndole a los tamaulipecos y listo para enfrentar los retos venideros. Algo muy notorio es el sentido humanista que bien los ha caracterizado y que ha logrado permear en los diferentes ámbitos.

En hora buena por el gobernador del estado y por todos aquellos funcionarios que cualitativamente colaboraron para cumplir en este primer año, deseo siga con mucho esmero y sapiencia y que nunca claudique a pesar de adversidades fuertes y diversas como hasta ahora lo ha demostrado.

Hablando de intensidad

Se intensifican los tiempos políticos y con ello se calienta el ambiente, todas las personas que quieren figurar en los comicios del próximo año incrementan su actividad. A la par de todo esto se va incrementando la polarización entre propios y extraños, los ataques, desinformación, chismes, dimes y diretes, descalificaciones y demás, están a la orden del día.

Y eso seguramente solo irá creciendo conforme pasen los días, se trata de mantener la civilidad, pero visiblemente o por debajo de la mesa las patadas están con todo. Está mucho en juego y algunos comprenden que la unidad es la mejor manera de llegar a los momentos de decisión mientras otros simplemente hacen caso omiso a toda recomendación de cordura.

En otras palabras, mientras unos abogan por la paz, otros se la pasan entre puro ¡pas, pas, pas!

¿Quiénes son?

¿Quiénes son los que buscan desestabilizar a toda costa?, de inicio caballos de Troya no pueden ser ya que estos fueron puestos o palomeados por los actuales. ¿Lo harán siguiendo órdenes, por su propia iniciativa, y ante esto quién se beneficia?

¿Desesperación o disidencia? ya lo veremos…   

Jorge Alonso Infante Alarcón  

Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.

Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)