Ciudad de México. - Las enfermedades del corazón continúan siendo la principal causa de muerte en México y en el mundo.

Tan sólo en el país estos padecimientos cobran la vida de más de 200 mil personas al año, lo que se traduce en una muerte cada siete minutos.

Estas cifras revelan la emergencia de salud pública que son las enfermedades cardíacas en el país, pues su alta incidencia se asocia con problemas como la obesidad que afecta a millones de mexicanos y que dan como resultado una población que presenta ataques al corazón, accidentes cerebrovasculares e hipertensión.

En el marco del Día Mundial del Corazón que se conmemora este 29 de septiembre, la Dra. Dara Fuentes Armenta, Líder Médico del Portafolio de Cardiología en Pfizer México precisó que “las enfermedades del corazón a menudo tienen un componente genético y una progresión lenta; sin embargo, las complicaciones coronarias y los desenlaces fatales pueden ser prevenibles a cualquier edad. Tener un padecimiento cardíaco no tiene que ser una sentencia de muerte si tomamos el control de nuestra salud”.

La Dra. Fuentes hizo énfasis en que las enfermedades cardiovasculares tienen dos tipos de factores de riesgo, por lo que es importante prestar atención a aquellos sobre los que se puede tener un control como el consumo de tabaco y alcohol, la mala alimentación, la falta de actividad física y no llevar un seguimiento de padecimientos crónicos como diabetes y obesidad.

La doctora hizo un llamado a la población a acudir al médico ante cualquier signo de alarma y a no minimizar su gravedad porque algunas enfermedades como la hipertensión no presentan síntomas.

“La falta de seguimiento médico impacta gravemente en las tasas de mortalidad, en el mundo al menos el 46% de los adultos hipertensos desconocen que tienen esta afección, mientras que sólo 1 de cada 5 diagnosticados lleva control de su enfermedad. Esto vuelve a la hipertensión una de las principales causas de muerte prematura en el mundo.”, precisó la Líder Médico.

La prevención primaria -antes de que exista un episodio o enfermedad cardíaca- es lo ideal, pero quienes ya viven con estas afecciones de igual forma deben prevenir un nuevo evento cardíaco que a menudo complica su pronóstico médico.

Mantener un estilo de vida saludable con dieta balanceada, evitar abusos en calorías, grasas y proteínas, consumir suficiente agua, hacer ejercicio y visitar periódicamente al médico son medidas que ayudan a prevenir las complicaciones cardíacas y disminuir su mortalidad.