Tampico, Tamaulipas. - La crisis migratoria que actualmente se puede observar que ocurre en varias zonas del país, no ha sido realmente atendida de manera seria, sino con ocurrencias, situación que pone en estado vulnerable a miles de niños y mujeres que realizan la travesía para llegar a los Estados Unidos, manifestó el obispo de la Diócesis de Tampico, José Armando Álvarez Cano.

Agregó que desafortunadamente el tema migratorio es un problema complejo que se está presentando en varias naciones del mundo, como hoy por hoy se observa que acontece en países de Europa y Asia, por tanto, no es privativo de México.

Advirtió que la migración contiene múltiples aristas, que sin ningún tino por parte del Gobierno Federal crecen convirtiéndose en situaciones de gran riesgo para las familias, que por aspirar a un mejor nivel de vida en sus países de origen quedan en estado de vulnerabilidad.

"Creo que es un problema muy complejo, no es fácil de resolver, sino que es de gobiernos, de falta de trabajo, de inseguridad, aparte, creo que no ha habido políticas integrales, creo que son a veces ocurrencias en muchos de los casos, son querer tapar pequeños hoyitos en lugar de tomar el problema de fondo", puntualizó.

"Mucho en esto es la fotografía que estamos viviendo también, la impunidad que se vivió con la muerte de migrantes en la frontera (norte), pues no ha habido una respuesta ni culpable (del incendio de la estación migratoria), entonces pienso que el gobierno debe asumir con una mayor responsabilidad todo esto que ocurre", insistió.

Por todo esto, llamó al Gobierno de México y a las naciones de donde son expulsados estos migrantes a valorar esta grave manifestación de travesías de seres humanos, además de solicitar a los connacionales a darles una ayuda o apoyo, cuando grupos grandes de migrantes se estacionan en determinados estados o municipios, pues se trata de familias que han decidido dejar sus países para aspirar en otra nación a un mejor futuro.

"Darnos cuenta de esta crisis humanitaria que estamos viviendo la humanidad, creo que ahorita se está agudizando en nuestro territorio, pero la migración está en muchas otras partes, de África, de Europa, de Italia, de Malta, la de Medio Oriente, y aquí a nosotros nos toca vivir en carne propia la situación de nuestros hermanos migrantes", precisó.

"Lo que más está en la piel es el sufrimiento de niños, de mujeres, de personas que vienen huyendo de sus países por la inseguridad o por las condiciones en las que ellos viven; sumándole día con día estos son millones de personas, creo que el problema está tanto en los países de origen de donde vienen como en los países que quieren hacer un esfuerzo por acogerlos, creo que las autoridades deben asumir con mayor responsabilidad su papel", completó.

Por todo esto, pidió a las familias mexicanas ser solidarios con ellos, luego que su paso por algunas ciudades es por tránsito, es decir, tienen en mente llegar a la Unión Americana, es así que darles alimentos o contribuir con su traslado es apoyar a alguien que no se siente seguro de la nación que procede, siendo muy similar su desafío al que vivió Jesús cuando sus padres salieron de Israel para esconderse en Egipto.

"Hay que ser hermano con el hermano, Cristo mismo fue migrante cuando fue a Egipto huyendo con su padre, y él lo vivió, entonces ver y descubrir en los migrantes la presencia de Cristo siempre será una bendición", reiteró.

José Armando Álvarez Cano, obispo de la Diócesis de Tampico