Ciudad Victoria, Tamaulipas. - Antes de cruzar la penúltima puerta para llegar a lo que era su inexpugnable oficina, un letrero sobresalía: prohibido entrar con teléfonos.

No eran solo las grabaciones ilegales de audios y videos mediante la intervención de los aparatos; evidentemente tampoco quería hubiera registro de sus excentricidades.

Por eso no había imágenes de esos sus dominios; los pocos que ingresaron en su tiempo, le guardaron el secreto y solo se sabía, por trascendidos de algún documento expuesto, que el mes antepasado había requerido pagos millonarios de la Fiscalía, para cubrir “lo que le había metido” a su oficina.

Ahora que la diputación permanente del Congreso Local, fue a notificar la separación de Raúl Ramírez Castañeda, como Fiscal Anticorrupción y dar posesión al designado encargado del despacho, cruzando el pasillo de acceso, ya se apreciaron las extravagancias de su ex inquilino.

Medias luces con reflectores “de bote” y litografías de fotos en blanco y negro, recuerdo de sus añorados paseos por París y Nuevo York, visten el acceso; al fondo, una mesa estilizada con escultura acabado espejo complementa la decoración.

De un lado, la “sala de juntas” igual muestra en una pared títulos y diplomas, en otra una placa metálica con el nombre y escudo de la dependencia y más mesas y esculturas, lámparas y pantallas panorámicas de televisión.

Los elefantes en cuadro y las panteras negras de bulto, en barro negro brillante.

Ya en el despacho, propiamente dicho, lo primero que sobresale son las paredes forradas de tiras de madera en relieve y los tapices rugosos.

Tras el escritorio, sobre el librero de cedro rojo, con las enciclopedias de adorno, igual muchas estatuillas de plata, bronce y otros metales, con un cuadro al centro que pinta de cuerpo entero al que ahí lo mandó poner.

Otra fotocomposición de Wiston Churchil en frac y bombín, con el puro en la boca y una ametralladora thompson 45 a la mano en primer plano y atrás, el Big Ben cruzado por humeantes aviones de guerra; abajo y a la derecha, la inscripción en inglés: nunca, nunca, nunca, nunca, te rindas.

La caja de puros y el humidificador en la sala, hablaba de su admiración por esa imagen del estadista inglés; sus actos, del total desconocimiento de la historia y el legado político de aquel.

A un costado del escritorio, igual lleno de estatuillas y afiches, entre los que destaca una torre Eiffel a escala metálica y “La justicia” ciega y con la balanza en su diestra, se desbordan tres pantallas secuenciadas de 36 pulgadas de Mac; atrás el CPU cilíndrico de la misma marca, que en su tiempo -en 2018 se descontinuaron- debieron costar cerca de 200 mil pesos.

Un extraño aparato de micrófonos y grabación igual a un costado y enfrente en la sala, de piel con un globo terráqueo de acabado vítreo en la mesa de centro, muestra en otra mesa más con estatuillas, un aparato de sonido.

Sobre las paredes circundantes tres litografías espectaculares más, de leones, con iluminación independiente, a los reflectores que complementan la pared de enfrente forrada en madera.

A ojo de buen cubero, más de tres millones de pesos entre equipo, muebles, adornos y decoración extraordinaria en la oficina del Fiscal Anticorrupción, suspendido de sus funciones, presuntamente por corrupto.

El signo de la opulencia en uno más de los amigos del exgobernador Francisco Javier “N”, que dejó incrustados al nuevo gobierno estatal y el primero que no se fue, “lo fueron”.