El asunto del paro magisterial sigue siendo la noticia que acapara la atención debido al contexto y al contorno que se está formando alrededor de toda la situación. Ya han existido intentos de negociaciones, existen sin duda negaciones y todo esto fruto de negligencias.

Hay que decir que las problemáticas del magisterio no comenzaron en tiempos recientes, por años han existido inconformidades y/o áreas de oportunidad en las que se tenían que haber trabajado para solucionarse. No es que súbitamente haya surgido el discernimiento y enojo, eso es algo que se ha ido acumulando a través de los años.  

Si uno plática con maestros sabrá que existen muchos pendientes desde hace tiempo atrás, solo que ahora se dieron una serie de factores para que se llegara a concretar el paro laboral actual. ¿Por qué antes no había sucedido así?, por displicencia, miedo, no quererse meter en problemas y por supuesto que por colusión sometimiento.

Que ahora salgan figuras del pasado a pregonar que antes todo estaba bien y por ello no se veía algo así es más que falso. Simplemente al escuchar a los maestros ellos comentan que sus “líderes” estaban comprados, coludidos, vendidos o como quieran ponerle, con las autoridades estatales en turno. La fiesta estaba en paz porque fluían los acuerdos monetarios y de intereses grupales y personales.

No es que todo haya sido así ni tampoco menospreciar logros que se obtuvieron, pero si era evidente el amasiato entre el magisterio y autoridades gubernamentales. Había diversas inconformidades, pero mezclado con la falta de una genuina y congruente representación gremial, es el por qué este tipo de eventos no sucedían de tal manera o magnitud.

Sea lo que sea y opinen lo que opinen del profesor Arnulfo Rodríguez, él está canalizando un sentir de miles de maestros que por años saben que las cosas deberían de haberse hecho mejor y que ahora ven la oportunidad de unirse y manifestarse para generar los cambios que esperan. Y no es que uno lo diga, al tener la oportunidad de platicar con decenas de maestros, ellos mismos lo expresan, cada cual, a su manera, pero coinciden en muchos puntos.

Obviamente por haberse dado este movimiento en la actual administración muchos buscan o buscarán endilgar gran parte de la culpa a ella y sus representantes, pero, aunque no tengo duda que omisiones y falta de cabildeo ha existido por parte de funcionarios, es injusto tomar tal postura. Lo que sí es que es un llamado de atención fuerte y contundente por parte de miles de maestros, que seguramente la mayoría lo hace por convicción y no por intereses políticos.

Las negligencias en el sector educativo tienen años y la verdad se ha perdido mucho de lo que era el gremio educativo de antaño para pasar a querer politizar mucho el sindicato y el rol que este juega. ¿Dónde están ahorita los dirigentes de periodos anteriores, por qué ahora no aparecen si según ellos llegaron a detentar reales liderazgos?

Fue como la bola de nieve en las caricaturas que va bajando y se va haciendo cada vez más más grande hasta que topa con algo y estalla. Desde hace años escribía también su servidor acerca de lo mismo e inclusive critiqué duramente que nombraran a personas para dirigir la secretaría de educación que no tenía el perfil para ello.

Solo hay que ver la historia, la mayoría de los sexenios tuvieron funcionarios que eran abogados, contadores, ingenieros y demás pero menos maestros. Eso es una realidad, no queriendo decir que algunos no contaban con importantes cualidades y preparación, como el caso quizá de la actual secretaria, pero por algo los maestros cargan tal sentimiento.

Eso pasaba, pasa y sigue pasando ahí y en muchos otros lugares, son de las cosas que por años y años se han permitido. Si usted tiene un despacho contable que quiere que sea exitoso, ¿quién tendría mejor perfil para encabezarlo, un contador o un veterinario? Pero eso es así en todo el país y para nada privativo de aquí.

Pero más que concentrarse en una persona hay que ver las fallas del sistema y trabajar en ellas, sean las que sean. México ha sido un país muy corrupto y eso no es por culpa de unos cuantos, sino de miles y millones de mexicanos que participan o lo permiten. Por eso cuando este tipo de eventos suceden llaman la atención y causan expectativa.  

Lo ideal es que puedan llegar a consensos y que de ambas partes verdaderamente tengan la genuina intención de llegar al fondo de la problemática y paulatinamente irla corrigiendo. Los alumnos se ven envueltos en medio de todo esto y nunca hay que dejar de pensar en ellos.

Hay que ver como siguen desenvolviéndose las cosas, espero todo llegue a un buen arreglo que a todas las partes convenza y convenga o que al menos sea un paso más en la dirección correcta.  

Jorge Alonso Infante Alarcón  

Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.

Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)