Protagonistas del conflicto
En principio es preciso hacer una distinción. En una sociedad hay políticos y hay administradores; que en la práctica son un binomio que puede hacer que haya, por decir, en todo gobierno eficiencia, optimización de los recursos; y es que el político establece los objetivos, los propósitos o metas; en tanto que el administrador se encarga de que la organización, los recursos, las acciones, sean las apropiadas y correctas para que puedan alcanzar las metas fijadas.
Así, en el conflicto magisterial, en principio aparece Lucia Aimé Castillo; que, como administradora de la educación en el Estado, tiene como tarea hacer que las acciones sean eficientes y eficaces; y en el otro plano, en el contexto educativo, aparece Arnulfo Rodríguez Treviño, un profesor que, quizá pueda ser tildado de prófugo del gis, si toda su vida se la ha pasado en la grilla magisterial. Una, Lucia, debe lograr calidad y eficiencia en la administración educativa; el otro, velar por los intereses y los derechos de sus representados, es pues, un político.
EL PROBLEMA.
El conflicto magisterial tiene, tal y como se ha visto, dos ingredientes explosivos. El primero, tiene que ver con la problemática administrativa, con los tramites y con lo que, en derecho, le corresponde a los maestros. Nadie desconoce lo que, por siempre, se ha dado en la SECUDE: corrupción en los tramites, lentos que tardan meses o hasta años, basta ver la problemática de los profesores de inglés. Otro punto, es precisamente el tráfico de plazas, de cambios y permutas, los permisos y el pago a maestros que cubren interinatos. Se vio en las pancartas. La cuestión es que, Lucía Aimé, afirma que muchos son problemas y rezagos que dejó la administración anterior.
El otro punto convergente es la ambición política del líder: que no se conforma con ser el líder, el representante de los maestros; quiere otro tipo de prebendas y beneficios, que se entiende, Lucia Aimé le negó: por ejemplo, está circulando la imagen de un oficio petición que hace Arnulfo Rodríguez al gobernador: que le cedan al sindicato las oficinas CREDES, que son, dicen, una SECUDE en chiquito, que son oficinas regionales para desarrollar tramites y, al mismo tiempo, funcionar como parte de la operación política de los maestros. Por algo Nora de los Reyes, es la titular del CREDES en Victoria.
PREVISION POLÍTICA.
Américo Villarreal Anaya, como gobernador, puede tener la mejor de las intenciones. Pero el, no puede soslayar, que tiene una tarea política y administrativa: como político tiene que resolver la problemática que pueda enrarecer, u obstaculizar, su tarea de gobernar; y como administrador, tiene que saber con qué recursos cuenta y como organizarlos. Y, entiéndase, cuenta con asesores o responsables de los aspectos políticos: conociendo al líder sindical, debieron prever, y neutralizarlo, una vez que conocieron sus ambiciones de poder… desde mayo del 2023.
Un profesional técnico, o que se ha caracterizado por ser administrador, como Lucia Aimé Castillo, con todo y su experiencia no puede neutralizar a un político: Tiene más de 25 años de experiencia en la administración educativa, de eso no hay la menor duda, como tampoco de su capacidad, ni de qué obra de buena fe. En el gobierno hay instancias que tienen esa tarea y, por lo que se ve, no pueden hacerla, puesto que este tipo de problemas requieren respuestas y acciones políticas.
ADICCION AL PODER.
Arnulfo Rodríguez Treviño ha mostrado, desde hace muchos años, que tiene madera de líder; buscó una y otra vez el liderazgo magisterial y se lo negaron, hasta que logró su propósito. Fue así como, sin querer queriendo, fue forjando una adicción al poder en un contexto en donde Elba Esther Gordillo arremetía y doblega hasta al Presidente de la República, hasta que el poder se cansó de ella: pero dejó su enseñanza y las formas o métodos para someter al poder político.
Como bien dicen Arnulfo no tiene nada que perder y mucho que ganar: Si tumba a Lucia Aimé, apuesta a que, quien sea su sustituto, convenga en darle lo que le pida para conservar el puesto; si le dan más posiciones, como la Subsecretaria u otras direcciones, será la oportunidad para hacer negocios y obtener prebendas adiciones. Y si le dan el CREDES, la oportunidad de negociar, por la participación política de los profesores, un puesto de elección popular… algo que le dé, a fin de cuentas, más poder.
TODO O NADA.
Arnulfo no es tonto. Y le apostó a todo o nada, porque conoce los vericuetos de la política, pero, sobre todo, conoce a los operadores del gobierno del Estado y, hasta la fecha, no han dado una, fallas y errores, hagan de cuenta que Américo Villarreal está solo, por eso declaró que pidió al CEN del SNTE y a la SEP, resuelvan el asunto. Arnulfo solo tiene un propósito: quitar a Lucia Aimé y, si es necesario, desestabilizar al gobierno de AVA, lo va a hacer.
Lo único que puede detenerlo es que, los negociadores, tengan elementos a la mano que sean poderosos, para convencerlo de que va por un camino equivocado. Los negociadores del centro, por decir, la SEP, puede prometerle resolver todos los problemas administrativos de los profesores… pero que le puede ofrecer o quitarle el SNTE: no lo pueden destituir y ni modo que le ofrezcan la cabeza de Lucia, puesto que AVA no quiere ceder.
Arnulfo puede ceder, entiéndase, si los maestros le retiran su confianza: que tal parece en algunos lugares no se la han dado, puesto que hay escuelas funcionando.
Melitón Guevara Castillo
Licenciado en Administración Pública (UAT), Doctor en Comunicación y Periodismo (Universidad de Santiago de Compostela).
Profesor Emérito de la UAT. Líder del Grupo de Investigación “Democracia y Comunicación Política” de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (Victoria, Tam.,).
Representante en Tamaulipas de la Red Nacional de Investigadores de la Calidad de la Democracia.
Escribe la columna política DESDE ESTA ESQUINA, desde 1984 en El Diario de Cd. Victoria y actualmente en Hoy Tamaulipas.
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