Dialogo y razón
El amanecer fue distinto: la noticia importante, relevante, fue que las huestes magisteriales bajo el mando del líder Arnulfo Rodríguez le declararon la guerra al gobierno estatal. Tomaron las instalaciones educativas y el mensaje fue claro: tiene que irse Lucia Aimé Castillo, la titular del área. Hagan de cuenta que es un ultimátum: que se vaya para entablar negociaciones. Algo, digamos increíble, según la forma de responder la 4T a este tipo de cuestionamientos o presiones.
Ante la toma del edificio educativo el gobernador Américo Villarreal Anaya dio un mensaje. Del mismo se desprende una posición de no negociar al tiempo que hace mención a los beneficios que su gobierno ha otorgado al sindicato magisterial. La respuesta fue inmediata, el paro de labores en buena parte de los planteles educativos y la respuesta de Lucia Aimé, de que no me voy, de que no renuncia y que, en todo, es decisión del gobernador si continua con tal responsabilidad.
LOS PROTAGONISTAS.
Los últimos acontecimientos involucran a 4 protagonistas activos: por la parte gubernamental Américo Villarreal, el gobernador, y Lucia Aimé Castillo, Secretaria de Educación; por la otra parte, el líder sindical Arnulfo Rodríguez y las bases magisteriales. Cada uno de los actores responden de distinta manera al contexto. Por ejemplo, Lucia Aimé responde a los lineamentos que le marque su jefe, el gobernador, porque actúa en su nombre; en el caso de las bases magisteriales, lo hace al líder que, en otros tiempos, con ese tipo de actos doblegaba al gobierno y les concedían más y mejores beneficios o prebendas.
En el caso del gobernador, sin la menor duda, si quiere seguir los principios y lineamientos de la 4T, solo tiene que actuar como una y otra vez lo hace el Presidente AMLO. No ceder a chantajes ni presiones y, en todo caso, hacer uso de mecanismos de presión para solventar el asunto. En cambio, Arnulfo está acostumbrado a que, por estas acciones, le conceden sus peticiones, que le sirven para seguir haciendo política y además tener contento al resto de los líderes magisteriales, claro, para cuando se vuelva a ofrecer. La cuestión, entonces, es que ninguno puede no ceder y la crisis laboral educativa puede escalar.
CONTEXTO DE LA CRISIS.
Hay una forma de explicar la crisis porque siempre, cada evento, tiene una causa y al final hay, quiérase o no, un resultado o final. Para empezar, es justo mencionar que Arnulfo es, como bien se dice, un líder de la vieja guardia; creado, formado y experto en el tipo de sindicalismo patrimonial que entre los maestros gesto Elba Esther Gordillo: hacer de la educación vía sindicalismo un fructífero negocio, con dividendos y beneficios por todos lados. Así, en ese contexto, a los líderes sindicales el gobierno se les cuadraba y les entregaba una vía al presupuesto público.
En radio pasillo, o radio educación, se comentó en un principio que líder magisterial con una actitud campechana, de cuates, se entrevistó con el gobernador y le planteo un conjunto de proyectos sindicales, se entiende vinculados a la educación. No le gusto la respuesta, el gobernador simplemente le dijo que no. Y la respuesta la estamos viendo: primero toma del edificio sindical, como para amedrentar, pero viendo la actitud y respuesta del gobernador, le pusieron nombre a su máxima petición: que se vaya Lucia Aimé, la razón: no los atiende, ni les da cuenta de lo que hace, menos les concede lo que le pidan.
SOLUCION POLITICA.
Tiene que haber una solución política y tiene que generarla quien sepa y desarrolle tareas de operador político. Lucia Aimé, por ejemplo, tiene una amplia experiencia en el sector educativo, pero en tareas técnicas, no de negociación y operación política. En cambio, Arnulfo está acostumbrado a amenazar, a cumplirlas y llegar hasta el final. Creo que, en esta coyuntura, el problema puede agravarse. Porque no hay política, ni hay dialogo: solo presión, extorsión y peticiones.
Se ve distante una solución política si nos atenemos a cuál debe ser su resultado final: una solución donde, los involucrados, reciban el menor daño o sus consecuencias sean las mínimas. El gobierno, al menos en sus comunicados, hace notar que han cumplido a cabalidad las peticiones magisteriales; y lo que está en juego, no son los derechos sindicales, pero si que Arnulfo pretende tener posiciones de poder en la estructura educativa: quiere tener acceso al presupuesto y a la dinámica educativa: así, por ejemplo, se cuenta que antes se vendían las plazas… patrón y sindicato se dividían la tajada.
TAREAS ASIGNADAS.
Américo Villarreal Anaya debe gobernar para los tamaulipecos; Lucia Aimé tiene que garantizar el derecho a la educación que tienen los tamaulipecos; y Arnulfo Rodríguez defender, proteger, los derechos sindicales de sus agremiados. Lo que se sale de este guion son acciones que nacen de la ambición de poder, de beneficios y prebendas personales o de camarilla. Y en el caso de la educación, los perjudicados, son el sistema educativo en general y en particular el proceso de enseñanza-aprendizaje: los niños, en esencia.
Melitón Guevara Castillo
Licenciado en Administración Pública (UAT), Doctor en Comunicación y Periodismo (Universidad de Santiago de Compostela).
Profesor Emérito de la UAT. Líder del Grupo de Investigación “Democracia y Comunicación Política” de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (Victoria, Tam.,).
Representante en Tamaulipas de la Red Nacional de Investigadores de la Calidad de la Democracia.
Escribe la columna política DESDE ESTA ESQUINA, desde 1984 en El Diario de Cd. Victoria y actualmente en Hoy Tamaulipas.
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