Atrapados
¿Qué pensar de las redes sociales? Bien que recuerdo que Giovanni Sartori llamo homo videns al efecto de la televisión como emisora de imágenes y constructora de la realidad; hoy en día, la televisión y los periódicos, conocidos como medios tradicionales, han sido rebasados por la irrupción de las redes sociales. ¿Quién no las conoce? ¿Quién no las utiliza? Bueno, con decirles que hay cursos especializados para “políticos”.
En mi quehacer comunicativo he transitado de escribir en una maquina en papel bond y llevar hasta la redacción mi colaboración. Luego la enviaba por fax, y le siguió el correo electrónico. Ahora la escribo en computadora y la envió, sea por correo electrónico o por el WhatsApp. Y hay una realidad: en todos lados, y a cualquier hora, estemos donde estemos, observamos a medio mundo con el celular, revisando sus redes sociales.
PERVERSOS.
La comunicación cambio con las redes sociales. Antes la información era buscada, el reportero a una fuente; seleccionada e incluso jerarquizada: para darle espacio en el periódico o tiempo en la radio o la televisión. Hoy la función de reportero es generalizada, la noticia es construida a veces por los nuevos constructores de la realidad: los que crean contenidos que se difunden en Facebook o que se comparten en grupos de whattaaps. La cuestión es la calidad de la información.
Hoy no podemos negar u ocultar que tenemos mucha, demasiada información, la cuestión es que mucha de ella es falsa. Quien emite un mensaje tiene, entiéndase, un propósito: crear emociones, sentimientos, destruir una imagen positiva, confundir a los usuarios… o tan simple, mentir porque le conviene que la gente tenga una idea falsa de algo. Por eso, vemos con mucha frecuencia el sello de: Falso, falso, falso… Sobre todo, acusaciones de la vida política o de decisiones o acciones de gobierno.
COMPARTIR: EMOCION DE INFORMAR.
Estoy en varios grupos de WhatsApp y en más de uno a veces encuentro información falsa. Un día, un compañero compartió imágenes de destrozos y victimas de lesiones en un enfrentamiento de policías y profesores de Oaxaca: ante las imágenes, pregunte por la misma vía a varios conocidos de allá… todo en orden y en calma: la imagen era de otra época. Cuestione a quien compartió y su respuesta fue: me llego y la compartí. Y así, efectivamente, muchos le hacen.
En la emoción de compartir una información, en algunas hasta dicen… antes de que la quiten o borren, genera un cumulo de información. Que, con una visión tradicional, tuviera una fuente y además la confirmación de la noticia. En ocasiones los grupos se saturan de ligas en donde, ni siquiera dan una mínima información sobre el contenido o protagonistas. Hay, eso si, periodistas de los de antes, que aprovechan muy bien las redes sociales para compartir sus ideas y textos.
PONCHALLANTAS EN EL ROBLE.
Hace un par de semanas los vecinos y los visitantes al balneario Las Pilas, ahí en El Roble, vivieron una realidad: buen número de carros se encontraron con que sus carros sufrieron una o dos llantas ponchadas. En el Facebook de inmediato se conoció el caso, se creía que había poncha llantas por la interejidal; hasta se hizo, allá en El Roble, el recuento de cuantos fueron afectos… de inmediato se corrió el rumor de que no debíamos transitar por esa carretera.
Como nadie había visto los poncha llantas, incluso se pensó que fueron pijas, clavos o tachuelas. La investigación arrojo que, en un tramo de la carretera, donde se había hecho arreglos de un puente pequeño, había una varilla salida… que no se veía a simple vista. En fin, ese fin de semana, ante la noticia creo que más de uno no se arriesgó y regreso a Victoria por Santa Engracia y la Carretera Nacional: por temor a las poncha llantas y a lo que pudiera resultar.
SIN SALIDA.
Estamos atrapados sin salida. Atrapados en un cumulo de información, que la mayoría de las veces se comparte sin revisarla, lo que ocasiona desinformación; y no olvidemos que la información es esencial para la toma de decisiones. Acusaciones sin sustento a políticos…por eso dicen que se tarda años en construir una imagen y que basta un Twitter para destruirla.
Melitón Guevara Castillo
Licenciado en Administración Pública (UAT), Doctor en Comunicación y Periodismo (Universidad de Santiago de Compostela).
Profesor Emérito de la UAT. Líder del Grupo de Investigación “Democracia y Comunicación Política” de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (Victoria, Tam.,).
Representante en Tamaulipas de la Red Nacional de Investigadores de la Calidad de la Democracia.
Escribe la columna política DESDE ESTA ESQUINA, desde 1984 en El Diario de Cd. Victoria y actualmente en Hoy Tamaulipas.
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