Ciudad de México.-La Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (Inehrm), presentará en una sesión híbrida el libro La pintura en la pared. Una ventana a las escuelas normales y a los normalistas rurales, del escritor y periodista Luis Hernández Navarro.

La actividad editorial será presencial en la sede del instituto (Plaza del Carmen 27, San Ángel, C.P. 01000, Álvaro Obregón) y podrá ser vista en directo por las plataformas de Facebook (/inehrm.fanpage) y YouTube (Canal Inehrm), el miércoles 9 de agosto de 2023 a las 17:00 horas (Tiempo del Centro de México).

En la presentación del volumen, donde se recupera la memoria de las vivencias del profesorado y alumnado de las escuelas normales rurales fundadas hace más de cien años, en la posrevolución, participarán la historiadora normalista e investigadora del Inehrm Noemí Juárez Pérez, el historiador e investigador del Museo Nacional de las Intervenciones, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Pavel Navarro Valdez, y el escritor periodista y autor del libro, Luis Hernández Navarro.

Esta novedad editorial se inscribe en esa clase de libros cuya actualidad disuelve la frontera estricta de pasado y presente. Vuelve contemporánea la creación de la Escuela Rural Mexicana, de la década de los 20 del siglo pasado, y sus muros usados como lienzos para plasmar demandas, sentimientos colectivos o paisajes de su entorno, convertidos en murales, para revelar la transfiguración de esas escuelas como museos y ventanas abiertas para transformar el mundo. Su vigencia se remarca con la pintura fresca de los 43 normalistas desaparecidos en la normal de Ayotzinapa, en 2014.

El libro de Luis Hernández es un ejercicio de memoria histórica cuyo hilo narrativo concentra y divulga el esfuerzo y la vocación de maestros y maestras edificadores, material e ideológicamente, de las normales rurales. Sin ellos, el proyecto educativo no se hubiera convertido en punta de lanza de la educación laica para el campo y los campesinos, con el cual se pretendió avanzar en otras conquistas de la Revolución mexicana como el reparto agrario.

Surgidas como un proyecto posrevolucionario, señala el autor, las normales rurales resistieron 70 años de corporativismo, de corrupción del Estado mexicano que las creó y preservaron su papel transformador del ámbito rural, además de construir lazos de solidaridad e identidad distintas a la del nacionalismo revolucionario expresado, entre otras disciplinas, en los murales.

Las normales también incubaron el nacimiento de una comunidad participativa y democrática vinculada a la vida real y a los mejores medios para vivirla, la cual nutrió la lucha magisterial y las organizaciones políticas socialistas comprometidas con la transformación del entorno a través del trabajo, la movilización social e incluso la confrontación armada.

De acuerdo con Luis Hernández: “Las normales rurales marchan a contracorriente. En un mundo en el que la educación se ha convertido en un negocio orientado a formar exclusivamente con criterios laborales, reproduciendo la segmentación entre ganadores y perdedores y el uso del saber como vehículo para perpetuar la desigualdad, los centros de formación de docentes para el campo apuestan por otra ruta. Una ruta en la que la cooperación estimule la conciencia de que necesitamos a los otros y fortalezca el sentido de comunidad”.

El libro La pintura en la pared. Una ventana a las escuelas normales y a los normalistas rurales resultará de interés para las y los estudiosos de la Historia de la educación y para el público en general, ya que permite abordar desde una perspectiva poco usual la historia política y social de México, y plantea una reflexión sobre el sistema educativo mexicano.