Realmente existen casos que por sí solos dan mucho de qué hablar, no se vuelve necesario el quebrarse mucho la cabeza para pensar en cómo redactar una nota referente al tema, solo es cuestión de explicar lo que tan claro está. El ser humano puede ser muy empático y bondadoso, pero también puede llegar a ser desvergonzado, violento y cínico.

Y esto no es algo privativo de un género, raza, creencia, ni de una región en particular, esto lo vemos en diferentes latitudes de todo el mundo, así como en todas las antes mencionadas. Nadie es perfecto, pero sí somos todos perfectibles, se pueden comprender y perdonar ciertas actitudes equívocas, pero no se debe de ser displicentes y menos alentar aquello que genera más división y encono.

Actualmente por circunstancias que provienen de años atrás, México padece de una problemática seria de violencia e inseguridad, decir lo contrario sería simplemente mentir. De por sí es muy complicado combatir a las diversas expresiones criminales en nuestra sociedad como para que sean representativos gubernamentales y/o representantes populares los que también se vean envueltos en actos violentos.

Es obvio que siendo un país con un historial fuerte de corrupción e impunidad institucional, eventos que incitan a la violencia incluso se alientan por motivos de intereses políticos, eso aberrantemente no es nada nuevo. Mantenerse en el poder se convierte en una obsesión perversa que termina enloqueciendo a muchos seudo-políticos.

En el caso específico del Congreso del estado de Tamaulipas, la llamada “Casa del Pueblo” ha sido testigo de episodios muy vergonzosos, siendo el caso más reciente el maltrato a un periodista y trabajador del congreso. Pueden decir lo que sea pero para nada se justifica todo lo que aconteció y menos que congresistas locales y federales fueran partícipes.

Aquellos que “representan” los intereses de los tamaulipecos en los diferentes ámbitos, (federal y estatal) deben ser siempre los primeros en ser ejemplares en la manera de conducirse, la prudencia y civilidad, pero sobre todo el respeto al derecho ajeno son y siempre deben de ser obligatorios. 

¡Qué vergüenza!, en verdad que maldita vergüenza el saber que personajes así son los que representen los intereses de miles, pobre Tamaulipas, en manos de farsantes nos encontramos. Y no hay otra manera de ponerlo, no es que quiera uno exaltar más la situación, simplemente el ciudadano tamaulipeco literalmente está hasta la madre de tanta politiquería barata, de pleitos banales e insulsos que no llevan a nada más que una mayor polarización y falta de resultados.

Y no es una cuestión de colores, es una cuestión de valores, moralidad y respeto, no hay justificación y más imperdonable aún que digan que lo hacen por defender los intereses de la ciudadanía, ¡háganme el favor! ¿Hasta cuándo verdaderamente entenderán?

Pues hasta que existan castigos ejemplares, hasta que el estado de derecho se respete, hasta que los ciudadanos exijan ética y justicia, hasta que las autoridades competentes actúen conforme a lo que les toca hacer, hasta que entendamos que ser complacientes es lo mismo que ser cómplices.

Hace ya más de un año recriminaban el cobarde ataque y asesinato de un periodista y ahora son ellos quienes violentan a otro. Pobre Tamaulipas, tan lejos de Dios, pero tan cerca de los congresistas.   

Ni uno más

Me uno a la causa de periodistas, columnistas y demás que han mostrado su apoyo para lo sucedido al periodista José Inés Figueroa Vitela. El índice de violencia en contra de los periodistas en nuestro país es alto y por ninguna circunstancia se debe de permitir esto. No con ello se trata de condonar a aquellos que mal actúen, pero si de frenar la tendencia y generar más conciencia.

En el caso específico de él, es una persona seria de trato muy amable, y se lo pueden preguntar a quién sea que en verdad lo conozca o haya conocido, por su labor se vio envuelto en el escándalo, pero los videos muestran claramente quien hizo y qué y cómo.  ¡Ya basta! NO A LA VIOLENCIA.   

Jorge Alonso Infante Alarcón  

Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.

Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)