Nuevo Laredo, Tamaulipas.— Un hombre murió en un hospital de Nuevo Laredo, a donde fue trasladado desde Anáhuac, Nuevo León, toda vez que se roció gasolina y se prendió fuego. 

Saúl "V", de 22 años, la víctima, falleció en el Hospital General debido a las graves quemaduras sufridas en su cuerpo, informaron autoridades ministeriales. 

El trágico suceso fue notificado por el personal de guardia del Hospital General a la Policía Investigadora, cuyo personal se constituyó en el centro hospitalario. 

Según informes del trabajo social del hospital, el joven ingresó al hospital luego de que él mismo roció gasolina en su cuerpo  y luego se prendió fuego.

Al llegar al nosocomio, los investigadores se entrevistaron con los familiares de la víctima. La madre de Saúl, Liliana "R", de 45 años, relató los eventos que llevaron a la tragedia. 

Según su testimonio, aproximadamente a las 19:00 horas del día anterior su hijo le pidió dinero para comprar tres cigarros sueltos. Liliana le entregó 25 pesos y él salió de la casa.

Alrededor de las 20:00 horas, recibió una llamada de Protección Civil de un número desconocido. 

Del otro lado de la línea, le informaron que su hijo había sufrido un accidente y sería trasladado a Nuevo Laredo para recibir atención médica y que los estaban esperando en la ambulancia para que acompañaran a Saúl.

Cuando Liliana llegó al lugar acordado, se enteró de la terrible verdad. Su hijo se había rociado con gasolina y había prendido fuego a su propio cuerpo. 

Con lágrimas en los ojos y la mirada desgarrada, Liliana observó a Saúl completamente quemado, pero consciente. Al preguntarle qué había sucedido, su hijo solo pudo llorar y mover la cabeza, disculpándose en silencio.

La madre reveló que Saúl sufría de múltiples trastornos mentales, como depresión, ansiedad, esquizofrenia y trastorno de personalidad.

La mujer mencionó que su hijo estaba bajo tratamiento médico supervisado por un neurólogo de esta frontera, y en momentos de crisis, su comportamiento se tornaba agresivo.

Personal médico del lugar dijo que Saúl presentaba quemaduras de primero, segundo y tercer grado en el 90 por ciento de su cuerpo, por lo que al final no pudo resistir y falleció.

Agentes de la Policía realizaron las actuaciones de rigor y ordenaron el traslado del cuerpo a la funeraria para la autopsia.