Tampico, Tamaulipas. - "Ha fallecido uno de los grandes", así se refieren a Arturo Medellín Anaya, pintor, escritor y editor potosino, quien desdobló toda su gran creatividad en Tamaulipas. 

"Hablar de Arturo Medellín Anaya es hablar de un grande de Tamaulipas, una personalidad literaria, escritor, poeta, hoy los grandes nos dejan, Orlando (Ortiz), Arturo (Medellín), Juan Jesús (Aguilar León), deseando vida y salud para los que nos quedamos", así lo despidió el historiador tampiqueño, José Antonio Cruz Álvarez. 

"Mi amistad con Arturo viene desde 1977, cuando visitaba al Padre Carlos González Salas, en calle Alfonso G. Alarcón esquina Carpintero (Venustiano Carranza): hoy se fue un grande, un coordinador y un director cultural que elaboró grandes libros, QEPD", agrega en un mensaje difundido en redes sociales.

Arturo Medellín Anaya nació en San Luis Potosí, el 8 de julio de 1951. Desde la niñez se involucró en la producción creativa mediante el taller de su padre el pintor e ilustrador Arturo Medellín Calvillo.

Compartió su formación básica entre San Luis Potosí y Tampico, a donde cambia su residencia, y donde concluye sus estudios secundarios en la Escuela Secundaria Nocturna "Juan B. Tijerina". En 1967 trabajó en el periódico El Sol de Tampico como auxiliar de dibujo publicitario y paralelamente cursa dibujo y pintura en el Instituto Regional de Bellas Artes (IRBA) de Tampico, así como en los talleres de los maestros Marco Olguín, José Peralta y José Ruiz Diez, grandes artistas de la plástica que lo formaron.

De 1971 a 1974 en SLP participó en el Grupo de Teatro Zopilote durante cinco años y recorre el país, Guatemala, El Salvador y California, EU; en 1975, ya en la ciudad de la Paz, B.C.S., coordina el Taller de Teatro del Instituto de la Juventud Mexicana y el de la Escuela Normal “Domingo Carballo Félix”. Más tarde en la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), trabaja en la Dirección de Difusión Cultural y Extensión Universitaria.

"Funda la revista Panorama, el Grupo de Teatro y el Taller Literario en la misma; de 1975 hasta la fecha, sus actividades como dibujante publicitario, artista plástico e ilustrador le permitieron editar y diseñar libros y revistas institucionales e independientes", se lee en su página personal de Facebook. 

Recibió varios reconocimientos a lo largo de su vida, por ejemplo, el Premio Nacional de Poesía 'Efraín Huerta' del Ayuntamiento de Tampico con su libro 'Otra vez el Espejismo Mirando', en 1985; y el Premio Nacional de Poesía Ciudad de la Paz en dos ocasiones con el libro 'Desde el coral' en 1983 y con 'Pájaro de papel', en 1985.

Publicó las obras 'Testamentos de albatros, en 1990, 'Memorial de las aguas', edición de la Universidad Autónoma de Tamaulipas en 1997, y 'El agonista', (La Criba) en 2003, y el ensayo 'Que viva Victoria por siempre gloriosa', además de las novelas 'El diablo en el Edén', en 1999, en tanto que en el año 2000 obtuvo una Mención Honorífica en el Premio Nacional de Novela Breve Rosario Castellanos con la novela 'El archipiélago'.

También combinó su creación artística con la función pública colaborando en el Instituto Tamaulipeco de Cultura en la administración del gobernador Américo Villarreal Guerra, en el gobierno de Egidio Torre Cantú en el área editorial del ITCA; en tanto que igualmente participó en instituciones educativas de la zona fronteriza de Tamaulipas. 

Como pintor expuso su obra en la Galería del Centro Cultural Tamaulipas, en Victoria, en el Atrio del Teatro Reforma en Matamoros, en la Galería 114 de la ciudad de Brownsville, Texas, en la Galería “Miguel Ancona” en la ciudad de Reynosa, en el Museo de Arte Contemporáneo de Mc Allen, Texas, y en la Galería Municipal de Arte en la ciudad de La Paz, BCS.