Ciudad Victoria, Tamaulipas. - El agua turbia que está distribuyendo la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Comapa) en Victoria no es dañina para la salud, por lo que es apta para el uso y consumo de la población, aseguró el comisionado estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris), Alberto Moctezuma Castillo.

Explicó que en el agua no existen crecimientos bacterianos que pongan en riesgo la salud de la población.

 “La condición sanitaria del agua para uso y consumo humano del municipio de Victoria, cumple con los criterios de desinfección establecidos en la NOM-127-SSA1-2017”, precisó.

Comentó que la turbiedad que presenta el agua es uno más de los parámetros establecidos en la Norma y esta característica física, no implica que haya problemas de desinfección, por tanto, la posibilidad de crecimientos bacterianos es nula.

“La turbiedad es un factor pasajero, ya que tras un reposo luego de ser extraída de las llaves intradomiciliarias, ésta se sedimenta y su condición mejora para el uso humano, de manera que esta corrección tiene que llevarla a cabo como en todos los criterios previstos en la Norma, el organismo operador de la ciudad, porque en la última semana el promedio subió por la avenida de agua de lluvia a la Presa Vicente Guerrero”, indicó.

Destacó que cada semana se realizan 10 muestras de agua a los 193 puntos georreferenciados que existen en todos los sectores de la capital de Tamaulipas, las cuales son debidamente analizadas por el Laboratorio Estatal de Salud Pública.

“El gobernador del Estado, Américo Villarreal Anaya, está muy al pendiente de las acciones que realizamos para cuidar la salud de la población y no podemos descuidar ningún punto como lo es la calidad del agua para uso y consumo humano, por tal motivo y ante las constantes lluvias que se han registrado, ha dado la instrucción para incrementar las muestras y analizar la condición del agua en los diferentes municipios de manera constante”, manifestó.

Moctezuma Castillo precisó  que la Norma Oficial establece que debe existir de 0.2 a 1.5 partes por millón de cloro residual en el agua para uso y consumo humano, para que el agua no sea la causa de problemas de infecciones gastrointestinales.

“Los niveles en los 193 puntos de Victoria se encuentran dentro de los parámetros establecidos, por ello los casos registrados por infecciones gastrointestinales, son considerados como casos aislados”, concluyó.