El Chicharras: ícono de El Mante
Ciudad Mante, Tamaulipas. - Sobre la calle Morelos en el número 110, entre la Juárez y la Canales, es el punto de reunión. Ahí además de platicar y divertirse sanamente, mitigarás las intensas temperaturas del municipio cañero.
Abres la puerta de madera, y dentro encontrarás un verdadero espectáculo visual. Un pequeño museo a Pancho Villa, retratos colgados de las paredes, la tradicional barra de madera y las máquinas de espumosas.
El olor característico del cartón y la ficha, que de golpe te llevan a desear un buen tarro de cerveza, acompañado, claro está, de sus cebollitas y sus cacahuetes de cáscara.
Revientas un cacahuete, platicas con tu compadre, agarras una picosa cebollita con limón y sal, te ríes. Recuerdas quizá una anécdota o platicas algo sobre tu día, y le das el sorbo a la cerveza, que aquí, se sirve en un tarro congelado.
Si un día visitas El Mante, Tamaulipas, no dejes de acudir a el Bar "Chicharras", icónica cantina que abrió sus puertas el 30 de octubre de 1986, y que hoy es uno de los sitios más visitados, por lugareños y turistas.
El propietario del Chicharras, Juan José Ponce García, platicó que el nombre de este bar surge por la persona que le traspasó el permiso de alcoholes, a quien apodaban "Chicharras", pequeño insecto ruidoso.
Don Juan, es hijo de Juan Ponce, fundador en aquella época, de la cantina La Espuma, lugar que tuvo un auge muy importante entre los conocedores de los años 50's.
Desde los 14 años está en el giro comercial, por lo que una vez que decidió poner su propio negocio, eligió crear Chicharras, un concepto que los tarros helados te ofrecen "el plus" de la cantidad tradicional.
"Afortunadamente ícono siempre fue, pero cuando hicieron las redes sociales, fue una manera de llegar a donde mucha gente no te conoce. Y el boom de Chicharras fue cuando un cliente, que al sentir el intenso calor y surge la frase un tarro por 40 grados en Bar Chicharras".
"Y empezó a difundirse y de ahí mucha gente se queda de que 40 grados un tarro, entonces viene y se toma un tarro que te lo servimos congelado, que te lo tomas de un solo trago por el calor que hace, y se fue incrementando más la publicidad y la clientela".
Además del tarro congelado, los cacahuetes y las cebollitas, en Chicharras, ofrecen una atención única de parte de su propietario que hizo de la cantina, un verdadero club de amigos.
"Tú irás a un lugar donde estás cómodo, donde te dan la atención, te gusta lo que te exhibe el negocio, no hay gran diferencia, la competencia es simplemente mejorar".
La Cantina de Las Mujeres
Curiosamente la primera mujer en entrar al Chicharras, fue la cantante Julieta Venegas. Y es que estos lugares eran única y exclusivamente para hombres. Para el sector femenino, este tipo de diversiones estaba prácticamente censurado.
Sin embargo, un día la cantante se encontraba por el municipio promocionando su sencillo Limón y Sal, y mientras paseaba por el municipio cañero, tocó la puerta y pidió ingresar.
Ante la mirada atónita de algunos, entró y se sentó. Desde ese momento hasta hoy, Chicharras se convirtió en el lugar favorito de hombres y mujeres.
"Todo ha cambiado mucho, los clientes han cambiado y ahora las mujeres tienen libertad de tomar decisiones, con quién sales, a dónde vas. Los cambios vienen, con las modificaciones de leyes, derechos humanos y es donde se mejoró los derechos de los ciudadanos".
"Aquí es un club y aquí vienen personajes. Hablabas de los derechos de las mujeres, pues ahora ya hacen muchas cosas que hace 30 años ni se atrevían. Ahora ya hay más apertura y libertad".
En Chicharras, dijo, "no ofrecemos nada, ustedes son los que quieren y aquí se les atiende. Les vendo mi producto, pero ustedes ponen el ambiente, aquí solamente les damos, el tarro, las cebollas y cacahuetes".
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