Ciudad Victoria, Tamaulipas. - ¿Qué le llevan de comer a Jorge cada semana que van a visitarlo?, pregunté a sus padres Jorge Fernández y Adriana González, al término de una conferencia de prensa que prepararon para exigir nuevamente justicia para su hijo.

"Comida hecha por mamá", respondió Adriana González de Fernández, madre de Jorge Fernández González, acusado de asesinar a su esposa, la española María del Pilar Garrido Santamans.

Con voz entrecortada y los ojos llorosos, Adriana González platicó cómo transcurren sus días desde aquel 29 de agosto del 2017, cuando su hijo fue detenido y acusado de feminicidio.

"Al principio fue una sorpresa espantosa, horrorosa, de las peores novelas que te puedas imaginar, porque nunca habíamos tenido en la familia un hecho de este tipo, ni cercano, no teníamos idea de que era", comentó.

Y agregó;

"Cuando empezó el juicio, y empezamos a escuchar a la Fiscalía que mi hijo era culpable de algo tan grave no podíamos creerlo. Es muy sencillo y fácil ponerle un nombre a un hecho para llamar la atención, ¿porque estaba de moda el feminicidio?"

Adriana es esteticista y tiene un spa en el lugar donde reside. Los últimos 40 años ha trabajado con mujeres y para mujeres, por lo que se describe, feminista.

Jorge creció en un ambiente familiar y con valores, afirmó al referir que son personas de fe inquebrantable, por lo que están seguros que la justicia divina se volcará a su favor, y pronto volverán a España para que su hijo se encuentre con su nieto, que ya cumplió seis años y está bajo el resguardo de la madre de María del Pilar.

"Es indignante, doloso, que te acusen de algo que no es verdad", manifestó la señora.

Del menor prefieren no hablar, porque a cinco años del caso ya sufre situaciones adversas y prefieren evitar dar más detalles, pero confirmó que mantiene comunicación directa con el niño y han acudido a visitarlo tres veces desde que tuvieron que llevárselo.

Adriana González recordó parte de aquel juicio que, insisten, estuvo plagado de inconsistencias, ilegalidades, sucio, injusto.

"Cada que había audiencias nuestros abogados terminaban ganándolas, hasta que un día, sin mayor razón, la Fiscalía General del Estado levantó cargos en contra de ellos, en busca de su inhabilitación", expresó.

Añadió;

"Ellos (la defensa) se tuvieron que amparar para poder seguir defendiendo a Jorge, porque en la Fiscalía estaban perdidos, no tenían otra forma de cómo actuar, y claro, sin tenían la ayuda del fiscal, Irving Barrios Mojica, no tenían ningún problema".

¿Qué es lo que sucede con los padres como nosotros? se cuestionó al tiempo de confirmar que al paso de los años y pese a las injusticias, ambas familias continúan unidas.

"Porque no a todos los padres, ni a todas las familias las puedes ver unidas, nosotros tenemos algo que nos ha enseñado, que es la fortaleza de Dios, nosotros tenemos a Dios en nuestro corazón, en nuestra alma, encarnada, empotrada en mi mente y en la mente de Jorge, mi esposo, de mi hijo y de toda la familia", exclamó.

"Eso es a lo que nosotros nos da la fuerza y ver a nuestro hijo fuerte en fe, que ayuda a la gente, que ha logrado poner una guardería, que en ningún penal hay una guardería para los niños que nacen ahí".

Al interior del Penal, a cinco años de su aprehensión, Jorge se mantiene con fe y la seguridad  de que pronto obtendrá su libertad. Y desde ahí, se convirtió en un activista, que ya logró la apertura de una guardería para los hijos de las presas.

Además, como criminólogo asesora a las víctimas, impulsó la ampliación de la iglesia y se mantiene cercano al área de psiquiatría donde están internados los enfermos mentales.

"Él es cristiano, hizo un proyecto de una estancia infantil en el Penal que se puede hacer a nivel nacional, esas cosas a nosotros nos fortalecen".

"Ayuda a las señoras, a los enfermos, aquí no hay psiquiátrico los enfermos mentales están en el penal, están como criminales, los ayuda mucho, ese fue su primer ministerio, ellos tienen su celda, es una área aparte, él (Jorge) les lleva ropa, los enseñó a bañarse".

A su vez, la familia al exterior recolecta medicamentos para llevar donaciones al Penal donde en ocasiones no hay ni siquiera una aspirina para los internos enfermos, aseguró.

Dijo además que su relación con la familia española es cada vez más estrecha, incluso enseñaron a su nieto el idioma español para que pueda comunicarse con ellos.

"El que nuestro nieto nos hable por teléfono, el que hable español, porque allá en Valencia, en Masalavés, hablan Catalán, es su primer idioma, ahora ya habla español para poder platicar con nosotros. Eso demuestra que seguimos unidos y buscando que se haga justicia".

Adriana y Jorge (padre) han viajado tres veces a España a ver al hijo de Jorge y Pilar, y "estamos a punto de volver a ir, pero queremos ir con Jorge primero Dios".

Cada sábado y domingo arriban a la capital de Tamaulipas a visitar a su hijo al Penal. Siempre con las viandas de comida que le prepara su madre.

"Yo siempre le pregunto que que quiere comer y él me responde que lo que yo quiera hacer, pero que yo se lo haga, porque es el sazón de la madre. Llueva, truene o relampaguee, vamos a ver nuestro hijo".

Y recordó la vida de aquella pareja que se vio empañada por la inseguridad que azota en la entidad.

"A Pilar y Jorge les gustaba mucho trabajar, eran muy trabajadores, cuando llegaron a México a vivir, porque hubo la depresión en España, Jorge consiguió el trabajo en la Universidad de Policías", manifestó.

Y abundó;

"María del Pilar era periodista, hacia en su pueblo toda la temática de las fallas en Valencia, pero increíblemente hacia también una paella deliciosa, entre los dos la hacían los fines de semana para venderla".

MI HIJO NO ES MISÓGINO.

Recordó que María del Pilar tenía una cabellera preciosa y muy larga, con muchísimo cabello, "¿sabes quién le planchada el cabello a María del Pilar?, Jorge".

"Porque ella iba a salir con sus amigas a tomar café o cenar, para cualquier gente podrían ser mínimas cosas, no, no, no, no! No cualquier hombre lo hace, ellos nunca tuvieron problemas de ese tipo, él no era un misógino".

Al llegar a Tamaulipas, tras la depresión de España, María del Pilar se dedicó al estilismo, por lo que además de ser su suegra, compartían proyectos laborales, sostuvo.

"Siempre había una relación hasta de trabajo con ella, porque yo vendía sus cremas. Somos una familia, seguimos siendo una familia, si no fuera así, ellos (familia española) no hablaran conmigo".

YA PERDONE A LOS QUE DAÑARON A MI HIJO.

Y para poder continuar con la misma fuerza que al principio, tuvo que perdonar a quienes dañaron la vida de su familia y encarcelaron a Jorge, precisó.

"Yo los he perdonado, mi esposo Jorge los ha perdonado, mi hijo Jorge los ha perdonado, el perdón te da la gracia para poder ser feliz con pequeñas cosas diarias".

Pero aun con toda esa fe, Adriana aun siente el  dolor del primer día, "porque la injusticia que hicieron con mi hijo es increíble".

Y mientras Jorge Fernández, su padre, pidió le alcance la vida para lograr la libertad de su hijo.

"Te cansas, lloras, te quiebras, te vuelves a reconstruir, te peleas, y luego te consuelas, te pasa de todo porque te dan donde más te duele, es una impotencia terrible", expresó.

Ellos, reiteró, son gente de fe, de valores, de trabajo y saben que todo va a salir bien, saben que Dios se va a apiadar de su familia y de Jorge.

"La verdad es que es muy difícil vivir con esto, te da mucha rabia, mucha impotencia, te dan ganas de ir a gritarle en su cara a las personas que hicieron esto, tanto fiscales como jueces, fue una barbaridad. Es un circo romano, está totalmente arreglado, desde el principio nos dimos cuenta".

Y sí todos estos años callaron fue por precaución de un gobierno que violó todos sus derechos. Confían en que la nueva administración estatal intervendrá en el caso.

"No puedes hablar, sí amenazan a los jueces que no lo hagan conmigo, mi hija se fue un año a España, sintió algo y se fue, nosotros como estamos allá metidos a media de la sierra, no pasa nada y no tengo miedo".

"Ahora menos, con este nuevo gobernador, Américo Villarreal Anaya, al cual le apostamos, él tiene que tomar esto en serio y el Tribunal Colegiado que es federal lo tiene que tomar más en serio".

Lo que hicieron con Jorge, tiene repercusiones legales, sanciones de tipo penal, explicó.

"Si tú haces una sentencia errónea, equivocada y dañas a alguien tiene sanción penal, se los dijo la magistrada en su resolutivo, es multa, vas a perder tu trabajo, tu jefe va a perder el trabajo y se puede hacer una consignación".

No voy a descansar hasta que se haga justicia, y que Dios me preste vida para que así sea, es lo único que pido, concluyó Jorge Fernández.