Tampico, Tamaulipas.- Las seis familias vendedoras de productos religiosos como escapularios, crucifijos, medallas de San Juan Diego y de la virgen de Guadalupe, fueron desalojadas del sitio que ocupaban desde hace más 50 años, sin haber tenido nunca ningún conflicto hasta ahora que llegó el administrador parroquial de la Iglesia Catedral Ricardo Ramos Pérez, declaró una de las comerciantes María Isabel Cruz.

Indicó que el desalojo se dio por órdenes del citado presbítero, quien por cierto nunca tuvo un diálogo con ellas, y únicamente se limitó a correrlas del sitio pese a mantener un buen comportamiento.

Explicó que desde que llegó el padre Ricardo Ramos Pérez empezaron a tener también las seis familias problemas con los encargados del templo, ya que con frecuencia el portón no era abierto, entre otras incidencias, hasta esto último que fue desalojarlas por órdenes suyas.

Indicaron que el administrador parroquial no se presta para dialogar, y que tampoco quiso que los comerciantes hablaran con el obispo José Armando Alvarez Cano, por lo tanto cuando se presentaron ante las seis familias los inspectores de Vía Pública del Ayuntamiento no tuvieron otra alternativa que dejar el sitio que ocupaban desde hace más de 50 años, lo que consideran injusto porque dependen de ese sustento económico.

"El jueves de la semana pasada sin avisarnos, porque no recibimos nada de que nos moviéramos, de hecho queríamos hablar con el padre, empezaron a suceder cosas desde que llegó, nos cerraban el zaguán, no nos dejaban sacar mercancía y así, entonces, el jueves de plano llegaron los del Ayuntamiento y 'se tienen que quitar por órdenes del padre', traían un oficio donde (se decía) que nosotros estorbábamos y que no sé qué", precisó.

Completó:

"Nunca habíamos tenido ningún problema en ninguna administración de aquí en la iglesia hasta ahora que llegó este padre, sólo vendemos productos religiosos y veladoras, eso es todo; el padre (Ricardo Ramos) nunca nos ha dado la cara, porque nunca nos ha querido atender, hemos sacado citas con él y con el obispo, y no nos ha querido atender, somos seis que tenemos años, no tenemos ni uno ni dos, son más de 50 años aquí puestos".

Mientras buscan un diálogo, los seis comerciante tratan ahora de solicitar que el Ayuntamiento de Tampico les permita seguir en dicho punto hasta ver si llegan a un acuerdo formal con monseñor José Armando Alvarez Cano, ya que prácticamente de la noche a la mañana se les retiró pese a haber permanecido en el lugar más de 50 años.