Layda Sansores, como gobernadora de Campeche, se echó a cuestas quitar la cobija a quienes le estorban a su jefe político, así arremetió en contra de Alejandro Moreno, el líder nacional del PRI; luego, se siguió, y para quitarle n escollo a su corcholata preferida no vacila en darle la misma medicina a Ricardo Monreal. ¿Qué hizo? Difundió información, de uno y de otro, que socaba la moral y honestidad de ambos.

Estamos en la era de las redes sociales, del poder y la comunicación diría Castells, pero que Thompson prefiere ubicar como la era del “poder y visibilidad en la era de los medios de comunicación”. Traducido en lenguaje simple, se refiere a los escándalos políticos; que son, desde la antigüedad, una excelente arma para derrotar al enemigo o, cuando menos, para bajarle la guardia.

LA MORAL POLITICA.

El ejercicio de la política ha sido considerado como el mejor, o excelente, oficio que Dios le dio al ser humano. Se parte de una premisa fundamental: los oficios fueron creados para satisfacer necesidades humanas; el del albañil, para construir casas; el del electricista, para darle energía a las mismas, el de zapatero o cocinero, no hay la menor duda… pero son individuales; la política, en cambio, es para servir al hombre en conjunto, para gobernar, administrar, los recursos de la comunidad y resolver sus problemas.

A partir de esa condición se exige, se pide o demanda, que el político cumpla determinado perfil: debe tener, por decir, una conciencia social para conocer y resolver los problemas de la comunidad; en consecuencia, debe ser responsable, honesto, diligente, entiéndase, siempre hacer el bien. Es el requisito para que desarrolle un gobierno honesto y florezca el desarrollo social, educativo, cultural… sin pensar, obvio, en el mundo feliz de Huxley.

LAS CARAS DEL POLITICO.

Bien lo decía Max Weber, la cuestión es que buena parte de los políticos prefieren servirse, en lugar de servir a la sociedad. Se dan cuenta que, mediante el poder, se pueden obtener beneficios, ciertas prerrogativas o prebendas. Tan simple que hacen negocios a la sombra del poder; a partir de esa, digamos desviación, es como la corrupción y la impunidad de apoderan del ejercicio del poder. Robar, hacerse ricos, es como una acción normal, carecen de moral, así acumulan riqueza y, por ende, sus vidas toman otro giro.

Layda mostro la cara corrupta de Alito y este, para salvarse, negocio a cambio de aprobar la permanencia militar en las calles. Emilio Lozoya, como bien se dice, es un corrupto confeso; cuya visibilidad inicio con la corrupción de Odebrecht en Brasil y otros países, y no quiere estar solo, busca que Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray le hagan compañía. Y Elena Chávez, con su Rey del Cash, explica que con su testimonio visibiliza a una nueva clase política que es escuda en el postulado de “no robar, no mentir y no traicionar al pueblo”.

LA EVIDENCIA FACTICA.

Los escándalos políticos, sean del tipo que sean, por lo regular se producen vía filtraciones; el enemigo que así busca destruir a quien tiene poder. Véanlo así: en la elección pasada se filtraron hechos y datos en contra de un candidato, la idea se entiende, era descarrilarlo. Sin embargo, hay un detalle: el enriquecimiento no necesita filtración: basta ver la nueva vida de la familia del político, identificar sus nuevas propiedades, observar el tipo de vida que desarrolla, sus casas, propiedades, joyas, ranchos, viajes. Recuerden la boda de Cesar Yáñez, el hombre cercano a AMLO por la cual se le exilio transitoriamente de la 4T o la de Santiago Nieto: el orgullo y la vanidad los descubre tal cual.

Melitón Guevara Castillo

Licenciado en Administración Pública (UAT),  Doctor en Comunicación y Periodismo (Universidad de Santiago de Compostela).

Profesor Emérito de la UAT. Líder del Grupo de Investigación “Democracia y Comunicación Política” de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (Victoria, Tam.,).

Representante en Tamaulipas de la Red Nacional de Investigadores de la Calidad de la Democracia.  

Escribe la columna política DESDE ESTA ESQUINA, desde 1984 en El Diario de Cd. Victoria y actualmente en Hoy Tamaulipas.