Ciudad de México.- El deterioro de la visión es un importante problema de salud pública que afecta a tres de cada 10 mexicanos. Los errores refractivos como la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo son algunas de las principales enfermedades visuales. Aunque dichos problemas son de origen multifactorial, la alimentación juega un papel relevante en este tema.

Los especialistas consideran que el 45% de los casos relacionados a problemas visuales pueden prevenirse si se acude a una revisión ocular periódica y se lleva una alimentación saludable que contribuya a prevenir el desarrollo de los errores

Los mexicanos contamos con un elemento importante en nuestro menú, el maíz, que es el grano más consumido, ya que proporciona nutrientes como la vitamina B – esencial para prevenir la aparición de enfermedades visuales – y el zinc – mineral benéfico para la salud visual – que ayudan a retrasar la aparición de los errores refractivos.

Asimismo, las tortillas son fuente de zeaxantina y vitaminas E y C, las cuales tienen papeles complejos e interrelacionados con el ojo y contribuyen a la prevención de padecimientos visuales en adultos mayores

Existen otros alimentos que, al ser antioxidantes, pueden contribuir en beneficio de la salud visual, ya que retrasan o disminuyen el envejecimiento o la muerte de las células de todo el cuerpo.  Algunos de estos son: el aguacate, la naranja, la zanahoria, la lechuga y las espinacas, entre otros.

“Es pertinente destacar que, aunque una buena alimentación aporta beneficios para cuidar nuestra visión, no estamos exentos de padecer problemas refractivos en cualquier etapa de nuestra vida, pues se estima que el 59% de los mexicanos presenta dichos padecimientos. Debido a esto, es recomendable acudir a que nos practiquen un examen visual cada seis meses y, en caso de requerirlo, contrarrestar el desarrollo de estos problemas de manera oportuna".

Hoy existen diversas opciones que deben ser consultadas con el profesional de la visión, como lo son los lentes de contacto que, gracias a su tecnología, pueden adaptarse a diferentes momentos y estilos de vida”, declaró la licenciada en optometría, Alejandra Basave.

“La recomendación primordial es consultar con un profesional de la visión todas nuestras inquietudes y, en caso de detectar algún problema refractivo y requerir lentes, solicitar la opción que mejor se adapte a nuestras actividades y estilo de vida. El uso de gafas y lentes de contacto es una oportunidad para corregir los problemas para enfocar y ver objetos de cerca y/o de los generados por la miopía o el astigmatismo”, finalizó Basave.