De niños, cuando fuimos a la primaria, nos enseñaron a sumar, a multiplicar, a restar y dividir. Los primeros dos tienen la función de hacer patente incrementos en tanto que, los segundos, disminuciones. Y de pronto, en la vida, nos damos cuenta que esas funciones nos sirven para identificar el comportamiento de las personas.

Sumar y multiplicar, restar y dividir son funciones de la aritmética. La suma y la multiplicación son, por decir, condiciones de ciertas tareas de la sociedad; son, por ejemplo, una tarea de quien realiza funciones de cooperación, de solidaridad, es decir, de hacer un trabajo en equipo; en el caso contrario, el que resta o divide, prefiere hagan de cuenta, el individualismo como forma de actuar en la vida.

SUMAR Y DIVIDIR.

Hay una divisa en la contienda política: divide y vencerás. Claro, la idea es buena, cuando se trata de vencer al enemigo. Hagan de cuenta, que se debe considerar un contexto: cuando quieres ganar el poder, lo importante es sumar; eso fue lo que hizo AMLO para llegar al poder, junto a todo aquel que, se sintió agraviado, o lastimado, por quienes detentaban el poder. Por eso, en la 4T hay expriistas, expanistas, experredistas, de todo pues… se redimieron, se hicieron buenos.

La cuestión es cuando ejerces el poder: quieres, a toda costa conservarlo y si se puede acrecentarlo. Entonces la tarea principal es destruir, o nulificar al enemigo; en este caso, cuando no se le puede destruir, el plan b es dividirlo. Y es lo que, por decir, hace todos los días AMLO en las mañaneras: señala con índice de fuego a sus enemigos, los llama conservadores, traidores, neoliberales, aspiracioncitas, fifís. Polariza, pues, a la sociedad.

TAREA DE GOBIERNO.

Hay, sin embargo, una cuestión: la teoría dice que, una vez que tienes el poder estatal, que lo buscaste, con un fin: hacer que se cumplan los propósitos del gobierno y que, en términos generales, se gobierna para todos. Por ello, siempre hay un programa de gobierno, planes y proyectos, encaminados a lograr un propósito claro. En este caso, la polarización viene de la sentencia: primero los pobres y, en consecuencia, se crean más y más programas de asistencia social.

En esa coyuntura AMLO no gobierna para todos: lo hace para los más pobres. Sin embargo, todo hace indicar, está cometiendo el mismo error de Carlos Marx: la existencia de la clase media, el sector aspiracionista, que ya le dio muestras de lo que puede hacer en una elección, la anterior, cuando MORENA, es decir AMLO, perdió la mitad de las alcaldías de la CdMx. La marcha puede ser un indicativo.

EXPERIENCIA AJENA.

Hace tiempo en una película mexicana el Secretario de Haciendo proponía como medio de acabar con la pobreza, acabar con los pobres. En este caso, AMLO tiene que acabar con la clase media que, como aspiracionista, le da las contras. Por otra parte, la última elección en Estados Unidos dio una lección: si bien los demócratas no avanzaron, dentro de los republicanos se reposiciono la corriente contraria a Trump: la que no va, vaya pues, por la polarización. Y eso, en México, puede ser también el error político: para conservar el poder, se necesita sumar, no restar.

Melitón Guevara Castillo

Licenciado en Administración Pública (UAT),  Doctor en Comunicación y Periodismo (Universidad de Santiago de Compostela).

Profesor Emérito de la UAT. Líder del Grupo de Investigación “Democracia y Comunicación Política” de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (Victoria, Tam.,).

Representante en Tamaulipas de la Red Nacional de Investigadores de la Calidad de la Democracia.  

Escribe la columna política DESDE ESTA ESQUINA, desde 1984 en El Diario de Cd. Victoria y actualmente en Hoy Tamaulipas.