La defensa de Eugenio Hernández Flores ofreció una conferencia de prensa. Ahí, apuntaron en principio: que han demostrado la inocencia de Eugenio en 4 causas penales; hicieron notar que, hubo pruebas fabricadas, y que los jueces fueron presionados por quien fue, durante el sexenio, el Presidente del Supremo Tribunal de Justicia de la entidad.

En días próximos Eugenio cumplirá años y, pretenden, que los festeje en libertad. Afirman que le fabricaron pruebas, con testigos falsos, concluyendo que fue un “perseguido político”. Explicaron cómo, con uno y otro amparo, la justicia federal deshizo las causas estatales y están, afirman, a la espera de que se le conceda una libertad completa.

ES INOCENTE.

Hace tiempo tuve la impresión que una reunión social terminaría mal. Resulta que, entre rib eye, ahujas norteña, coronita y tequila, de pronto alguien puso en la mesa un tema de conversación complicado: la culpabilidad o inocencia de un victorense, ampliamente conocido por su trayectoria en el servicio público, que ya había sido acusado, huyo, se entregó, lo juzgaron… fue, hagan de cuenta, durante varias semanas la comidilla de la población.

Todo se acabó cuando, quien inicio la polémica o debate, apunto: es inocente, acaso no se enteraron, dijo, que ya fue sentenciado y fue inocente. Así, de golpe y porrazo, se acabó la discusión. Una verdad formal, legal, se impone siempre a lo que siga y argumente la gente. Ante la justicia, en este caso, si la defensa del exgobernador dice la verdad, es inocente.

ACUSACIONES.

En México se dice que, de acuerdo a la legislación vigente, nadie es culpable hasta que se demuestre; es decir, quien o quienes acusan, tienen que presentar las pruebas y demostrar que su dicho es cierto, es lo que se conoce como presunción de inocencia. Sin embargo, para nadie es un secreto, que cuando se quiere enlodar a alguien, o de plano, destruir, lo más fácil es fincarle un delito, armar el expediente con pruebas y testigos falsos.

En este caso, la defensa del exgobernador Hernández Flores son puntuales: se le imputaron cuatro causas, cuatro expedientes, y uno a uno afirman, se fueron desmontando, eliminando, precisamente porque había inconsistencias en la integración de cada expediente. Claro, fue necesario utilizar el instrumento legal del amparo, para que fuese la justicia federal la que revisara y emitiera una resolución sobre cada caso. Y fue, afirman, de absolución, así que están a la espera de que los jueces, de aquí, los locales, acaten dichas resoluciones.

ACUSACIONES SOBRE FRANCISCO.

En varios momentos, aun siendo gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, se dijo perseguido político: libro la primera orden de aprehensión, no porque fuera inocente, fue por un tecnicismo legal; la orden de aprehensión se canceló porque fue emitida cuando aún tenía fuero. Así que, al igual que la defensa de Eugenio, ahora tendrá que ir, desmontando, probando pues, cada prueba que sustenta la orden de aprehensión que libraron en contra una vez que perdió el fuero: ¿serán casos iguales? ¿Culpable o inocente?

Melitón Guevara Castillo

Licenciado en Administración Pública (UAT),  Doctor en Comunicación y Periodismo (Universidad de Santiago de Compostela).

Profesor Emérito de la UAT. Líder del Grupo de Investigación “Democracia y Comunicación Política” de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (Victoria, Tam.,).

Representante en Tamaulipas de la Red Nacional de Investigadores de la Calidad de la Democracia.  

Escribe la columna política DESDE ESTA ESQUINA, desde 1984 en El Diario de Cd. Victoria y actualmente en Hoy Tamaulipas.