Los ‘aspiracionistas’
LO CLARO. Los fenómenos culturales y de arraigo a las tradiciones, son quizá un legado que a los mexicanos –en comparación con otros países- nos viene muy bien.
El sentido de pertenencia a la familia y el ser criado en un ambiente de núcleo solidario que, a pesar de carencias, distancias, problemas en general, son factores de unión y de crecimiento conjunto que permite a quienes estudian la conducta humana, encontrar soluciones a conflictos como la violencia doméstica.
Países como los vecinos del norte, han dado muestras del desapego familiar y las consecuencias en aspectos como los trastornos psicológicos que a la postre son tendencia en actos sumamente violentos.
La Universidad Autónoma de Tamaulipas lleva a efecto encuentros con la sociedad y el alumnado, en pos de tratar la difícil problemática de la violencia familiar y su repercusión en la niñez desde su programa institucional Igualdades UAT.
El ser un integrante de un hogar violento, objeta el rendimiento académico y condiciona los traumas depresivos y de síntomas traumáticos en el afectado.
Los estudiantes de las carreras de psicología exponen este delicado tema y la manera de erradicarlo propiciando ambientes seguros que fortalezcan la autoestima del menor y de todos los integrantes del núcleo familiar.
LO MUY OSCURO. A tono de mofa, el término ‘aspiracionista’ adjudicado al mandatario nacional en sus discursos, vuelve a estar en boga merced a dos razones valiosas.
De cara a la sucesión presidencial 2024 (citaba un mercadólogo político “el que respira… aspira”) ya se torna atestado el tráfico de suspirantes a contender por la primera silla en el cargo de presidente de esta nación, al concluir su periodo de seis años el actual, Andrés Manuel López Obrador.
Y es tal la fila sólo al interior del mismo partido en el poder (a semejanza de los mejores años del otrora llamado ‘partidazo’) que no se ocupa ni siquiera que existan contendientes por otros partidos.
Aunado a que siguen vacías las pretensiones de los organismos políticos opositores al régimen, a pocos días de arranque la batalla sucesoria.
Y suponen la larga fila de los allegados al partido oficial, tener meritocracia suficiente para ser elegidos y ungidos por el hecho de confirmar la ideología de aquél que arrebató a las alianzas conocidas que se prestaban la silla.
Ya corre la teoría conspiratoria en el sentido de la muy probable dimisión del jefe del ejecutivo a continuar la recta final de su mandato al frente del poder ejecutivo, en vistas de ser él mismo el promotor en persona de quien le sucederá por las siglas de su partido.
Porfirio Muñoz Ledo, otrora aliado del amloismo, señaló la posibilidad como muy certera. En la base teórica de que MORENA es AMLO y viceversa. Pues la tendencia electorera también manifiesta que las elecciones recientes marcan tendencia ganadora a la marca oficial, donde el respaldo a AMLO justifica la alta votación y expectativas de cambio de quienes acuden a las urnas.
Donde los programas sociales de éxito (aumentarán próximamente al doble las entregas a los adultos mayores) son parte de la estrategia que tienen como marca distintiva del macuspano.
No es tal. Es valida la teoría, pero carece de sustento.
Sumemos la segunda razón.
Cuando suponen que los aspiracionistas son personas que desean progresar y por eso piensan, razonan su voto y en tal ejercicio pueden tomar el camino correcto que se supone, es votar por la derecha.
Las razones son otras.
Somos un espectro en México muy alto de clase-medieros. Y esta masa pensante habría sido manipulada sin derecho a elevar su voz. Donde los de arriba proponen y los de abajo le exigen a los que proponen y los de en medio producen.
Lo expuesto es solo un estereotipo del pensamiento. No es un mandato de ley.
Pero entonces el golpe de timón que dieron a los políticos que suponían controlada la vida de sus votantes, dieron en cuenta que “se irían con quien más les ofreciera”. Resultados elección 2018.
Y en razón de lo expuesto consideran que los políticos en el poder actual, donde el mandatario es presentado a diario ante la opinión pública, tendrían garantizada la sucesión inmediata.
Ni lo uno ni lo otro. La libertad de avanzar hacia una democracia plena, encuentra sus primeros pasos en la vida de quienes ven en la defensa de su sufragio una posibilidad de castigo o de premio a los actores políticos. Hoy –a pesar de que pretendan ver frágil a la institución encargada de las elecciones- el voto tiene un peso específico.
La sociedad articula con mayor profundidad la emisión de su confianza. El encontrar en los recuentos electorales cada vez más el voto cruzado, habla de un electorado que no otorga su confianza en plenitud total a ninguno.
¿Sheinbaum, Ebrard, Monreal, Noroña, Colosio, Alfaro? Ninguno tiene seguro ni su aparición en la boleta, incluso con el presidente como personero.
Somos pues, una clase aspiracionista que encontramos que sí se puede pensar en un país que elegimos nosotros, con la libertad de defensa del sufragio.
COLOFÓN: Sólo al compañero Noroña, ni bañándose inspira total confianza. Con todo respeto.
alejandrodeanda@hotmail.com
@deandaalejandro
HECTOR ALEJANDRO DE ANDA CORTEZ
Colabora en medios impresos y en portales informativos electrónicos. La Columna Claroscuro se publica desde 2007
La columna Claroscuro se publica desde el 2007 en los mismos medios, trisemanal.
Especialmente tocamos temas económicos y de política en general.
Para que HOYTamaulipas siga ofreciendo información gratuita, te necesitamos. Te elegimos a TI. Contribuye con nosotros. DA CLIC AQUÍ