Tampico, Tamaulipas. - Las instalaciones del Hospital Militar Regional de Tampico fueron sede de la primera ceremonia de "Médico Militar por un Día" que se realiza en la historia del nosocomio, ofreciendo esta oportunidad a la niña Cristal Karina Jiménez Ochoa, quien estuvo acompañada de sus padres Félix Jiménez Leal y Nora Hilda Ochoa Lucio, sesionando la ceremonia protocolaria el director del nosocomio castrense, Coronel Antonio Carvajal Gómez.

En la ceremonia también estuvieron la directora del Sistema para el Desarrollo Integral de Tampico Martha Zubieta Casais y el Coronel de Sanidad José Antonio González Villegas, además de personal de la institución médica.

Como estaba programado, la niña Cristal Karina fue recibida por las autoridades militares presentes, quienes la invistieron como galena, es así que portó el uniforme blanco y un estetoscopio que traía al cuello; así, primeramente, tuvo un desayuno con autoridades y mandos castrenses.

Enseguida, en la ceremonia realizada en la explanada principal del recinto se le dieron unos regalos y la placa por su alta distinción, atestiguando la ceremonia personal médico y militar del nosocomio, incluyendo el ceremonial honores al lábaro patrio y entonación del himno nacional.

En entrevista, su padre Félix Jiménez Leal explicó que su hija sufre la enfermedad de hipoacusia congénita bilateral, es decir una sordera profunda y un retraso global en neurodesarrollo, estando actualmente en tratamiento en el Hospital Militar Regional de Tampico y en el Centro de Rehabilitación Infantil de la Secretaría de la Defensa Nacional.

Dijo que ya terminó la instrucción primaria en el Tzehuali de Tancol, y espera que acuda a una escuela secundaria de educación formal en el siguiente ciclo escolar, pues siente que ha venido avanzando en su educación pese a la enfermedad.

La niña Médico Militar por un Día posteriormente acudió a la Sala de Pediatría del hospital para conocer la atención de los menores enfermos, más tarde cuando fue llamada al quirófano le pidieron que auxiliara a un soldado, que cuando realizaba labores de mantenimiento había caído de una escalera, es así que se pidió una ambulancia, para ser llevado a urgencias para su atención médica por haberse lesionado una pierna, siendo valorado en todo momento por ella.

Al final de la recepción recibió una cálida despedida de parte de todo el personal médico militar de la institución, y justo cuando la recibían sus padres a la salida de la Sala de Urgencias una lluvia de globos le cayeron encima causando gran emoción en la chica de 15 años de edad, quien pasará a la historia como la primera Médico Militar por un Día en la historia del nosocomio castrense porteño.