Tampico, Tamaulipas. - Dos establecimientos comerciales de Tampico que están operando como veterinarias están bajo la supervisión del personal de la Dirección de Protección Animal de Tampico, después de que hubo denuncias de que los animales en venta o en tratamiento médico estaban siendo maltratados por sus dependientes, informó el jefe de la dependencia municipal José Ángel Morales Cisneros.

Agregó que por tal motivo se procedió a la aplicación de correctivos administrativos con la finalidad de que los animales dejen de estar en riesgo.

Expuso que en una primera queja se acudió a la veterinaria El Agostadero, que está ubicada en la calle Héroe de Nacozari, esquina calle Aduana en el Centro Histórico, a un costado de la zona de los mercados, donde las mascotas en venta estaban en el sol.

También se detectó mediante la visita que los animales, entre ellos pollitos, conejos, gatos y perros, no contaban con agua y alimentos suficientes, es así que se hizo el apercibimiento de que por su giro de venta de animales debían darles el mejor trato en tanto los tuvieran en posesión como lo exige el Reglamento de Protección Animal de Tampico.

Este establecimiento tiene por lo menos 20 días para subsanar las deficiencias encontradas en dicha visita, por tanto, el personal municipal regresará en unos días más, y en caso de que sigan dichas malas actuaciones entonces habría multas y hasta clausuras del lugar.

De igual manera, en otro caso de la colonia Tamaulipas, detectaron que una veterinaria no contaba con un médico con licencia o al menos no mostró la cédula profesional cuando se le exigió al momento de la visita de inspección.

Citó además que se acusa mediante una queja formal al responsable médico del recinto de salud animal de malas prácticas, situación que fue advertida y probada por personal médico de la Dirección de Protección Animal en el momento que se hizo la inspección, por tanto no podrá seguir funcionando sino hasta que el veterinario presente los estudios profesionales requeridos.

Al parecer en una intervención quirúrgica, el supuesto médico veterinario dejó gasas dentro del animal al momento de cerrar una curación que administró a una mascota, que es de lo que se duele la persona quejosa.