Riesgo de vida
Varios de mis conocidos cumplen años en este mes, en el mes patrio. Incluso, en casa Artemio cumple el día 9, Rogelio el 20 y yo el 22. Y en casos como estos, al menos en Facebook, encuentro que se dan las gracias al Creador, al Dios padre dicen unos, por dar una vuelta más al ciclo solar; hay quienes hasta hacen cuentas sobre los años, meses, semanas, días horas y minutos que han vivido… y es cuando aparecen las reflexiones sobre la vid.
La primera, y la más significativa, es que todos, tarde o temprano vamos a morir. En una actitud, determinista regulada por la creencia religiosa, hacen notar que cuando nos toca, nos toca. Y la reflexión final, casi de todos, es que todos morimos y lo más importante, relevante, significativo, es como vivimos. Esto, obvio, nos lleva a otra seria de cuestiones, en esencia, si somos felices.
LA VIDA NO VALE NADA.
La canción lo dice todo, sintetiza hagan de cuenta, una actitud: No vale nada la vida/la vida no vale nada/comienza siempre llorando/y así llorando se acaba/por eso es que en este mundo/la vida no vale nada. Y eso, efectivamente, es lo que me pregunto cuando veo la nota roja de inicio de semana o recuerdo casos de cómo, en un instante, más de una persona pierde la vida.
Hace días nos enteramos como 5 personas perdieron la vida en un accidente. Tres de ellas viajaban de Monterrey a Tampico, se presume lo hacían para disfrutar días de vacaciones en la playa. Viajaban en carro y, por cómo sucedieron los hechos, iban contentas, tomándose unas cheves, tenían prisa y rebasan… Chocan de frente con una camioneta, cuyos conductores, hombre y mujer, fallecieron al instante. ¿Ya les tocaba?
IMPRUDENCIA FATAL.
Cuando voy a El Roble, mínimo una vez por semana, el regreso lo hago con la mayor precaución posible. Y es que, de vez en cuando, Martha mi copiloto no se aguanta y dice: ¡No saben manejar! Y es que, en más de una ocasión, hemos sido testigos de cómo un conductor se incorpora a la carretera o la cruza sin hacer el respectivo alto. Hagan de cuenta que, para ellos, el paso de la muerte es cosa normal.
Y eso sucedió en la Rumbo Nuevo, la carretera que nos lleva a Jaumave o a Tula. “Deja trancazo 13 heridos”, es el titular periodístico. Y la nota informa que una persona, conduciendo una camioneta con 10 tripulantes imprudentemente se incorpora a la carretera y es chocado por un vehículo. Lo bueno es que, en este accidente, no hubo fallecimientos, solo 5 tuvieron que parar en el hospital.
Y la cuestión es solo una: la imprudencia, diría un agente de tránsito: impericia para manejar. Y es que, este fin de semana, una nota apunta: “Se vuela alto; seis lesionados”. En tanto que otra, es más contundente: “Borrachazo: tres heridos”.
AMO MI VIDA.
El Creador, o Dios padre, nos dio la vida. Se entiende que, en nuestra creencia y fe, que hay o no tenemos un destino. Cuando te toca, te toca, repetimos una y otra vez. La cuestión es que, si por imprudencia o por valemadrismo, retamos ese destino, nos ponemos ahí, aunque no nos toque. En fin, la vida pasa por la salud, por cuidarnos y prepararnos para vivir, disfrutar, la oportunidad de vida. Juntos y en armonía.
Melitón Guevara Castillo
Licenciado en Administración Pública (UAT), Doctor en Comunicación y Periodismo (Universidad de Santiago de Compostela).
Profesor Emérito de la UAT. Líder del Grupo de Investigación “Democracia y Comunicación Política” de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (Victoria, Tam.,).
Representante en Tamaulipas de la Red Nacional de Investigadores de la Calidad de la Democracia.
Escribe la columna política DESDE ESTA ESQUINA, desde 1984 en El Diario de Cd. Victoria y actualmente en Hoy Tamaulipas.
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