Despertando la emoción del elector
La alegría, el asco, la tristeza, el enojo y el miedo influyen poderosamente en las campañas electorales.
Desde hace varios años es frecuente escuchar que las campañas electorales deben despertar emociones. Esto es cierto en la medida que se respeten las siguientes precisiones:
Considerando todas estas precisiones, veremos a continuación cómo despertar una emoción en los votantes.
Las 5 emociones universales
Paul Ekman comenzó a estudiar las emociones a fines de los años 50 del siglo pasado. Las investigó en sociedades tan diferentes como las de Estados Unidos, Unión Soviética, Nueva Guinea, Brasil, Argentina, Indonesia y Japón. Identificó siete emociones básicas que serían universales: alegría, tristeza, miedo, enojo, asco, desprecio y sorpresa.
Ya en el siglo 21, su amigo el Dalai Lama le pidió que elaborara un Atlas de las Emociones. Para ello Ekman consultó a 248 científicos que habían publicado con frecuencia investigaciones cuantitativas acerca de las emociones. Y descubrió entre ellos un amplio consenso en cuanto a la existencia de cinco emociones universales que son alegría, tristeza, miedo, enojo y asco. Las cinco fueron consensuadas por lo menos por tres de cada cuatro de estos científicos. Y ya habían sido detectadas como emociones básicas por Charles Darwin en el siglo 19 y por el propio Paul Ekman en el siglo 20.
Cada una de estas cinco emociones tiene una identidad central que se expresa a través de un variado arco de matices e intensidades que van desde lo leve hasta lo extremo pasando por diversos grados intermedios.
Mi recomendación para trabajar emociones en las campañas electorales es limitarse a estas cinco emociones básicas universales. De esta manera te mantienes en un terreno seguro que está respaldado por 150 años de investigación científica y por el más amplio consenso científico actual.
Cómo despertar emociones
No se trata de manipular a nadie para que sienta emociones que de otro modo no sentiría. Se trata de despertar emociones que estaban adormecidas, se trata de desencadenar emociones que estaban encadenadas. Por lo tanto la tarea de las campañas no es producir artificialmente determinados climas emocionales sino facilitar la emergencia de determinadas emociones.
Los 3 pasos para facilitar el surgimiento de una emoción son:
Los desencadenantes son palabras, sonidos o imágenes que producen una determinada sensación en el votante. Cada emoción es disparada por una sensación diferente:
Finalmente: el desencadenante que elijas lo debes colocar en el discurso del candidato, en las historias contadas por la campaña, en los spots televisivos, en las cuñas radiales, en las publicaciones en redes sociales y en la gama de formas, colores y sonidos que constituyan la liturgia electoral de la campaña.
Recuerda, además, que la emoción no debe viajar sola y desnuda. Tienes que arroparla con ideas claras que la expliquen y que faciliten su circulación social.
Ya sabes que las campañas electorales deben despertar emociones. Claro que sí. Pero deben hacerlo bien. Con estrategia y método.
@Alberto_Rivera2
Alberto Rivera
Construyo procesos de comunicación siendo y haciendo cosas diferentes, provocando emociones y moviendo conciencias hacia la participación social y política.
Ayudo a potenciar marcas de proyectos políticos y gubernamentales a través del descubrimiento de insights, arquetipos de marca y estrategias de comunicación política.
Soy consultor, catedrático y speaker en Estrategias de Campaña Política y de Gobierno. Director General de Visión Global Estrategias.
Soy originario de Tampico, Tamaulipas y cuento con una Maestría en Educación, Maestría en Política y Gobierno y Doctorado en Filosofía; además de tener diversas especializaciones en Comunicación Política, Consultoría Política e Imagen.
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