Alto estrés hídrico y político
El estrés hídrico representa el estado de la escasez hídrica originado por la demanda de agua, y se define como la relación entre las extracciones de agua y el agua disponible. El estrés hídrico y el almacenamiento de agua en cuencas y acuíferos están ligados, pues el almacenamiento de agua se transforma en una fuente de abastecimiento cuando la demanda excede a la disponibilidad.
De acuerdo con el atlas de riesgos hídricos elaborado por el Instituto de Recursos Mundiales (WRI), México está en el lugar número 24 del mundo en un nivel de estrés hídrico definido como alto, es decir que entre el 40 y el 80% del agua disponible se extrae cada año. En México la situación es un poco más complicada pues 15 de los 32 estados se encuentran un nivel extremadamente alto y esto significa que al año se extrae más del 80% del agua que se tiene disponible.
En este caso Tamaulipas está entre los 15 estados de la república mexicana que se encuentran en tal situación, acorde al mapa de escala de riesgo, estamos en el estatus de “Extremadamente alto”. Ahora, esto no es un fenómeno que se está presentando solo en nuestro país, acorde a diversos artículos y documentales, se sabe que en regiones del mundo donde no tenían problemas del agua, ahora empiezan a tener.
Un documental reciente “The fight for water”, La lucha por el agua, de (DW Documentary) que salió el 10 de agosto de este mes y que se puede ver en Youtube, muestra claramente estos escenarios en diversas partes del mundo. Países como Estados Unidos, Alemania, Canadá, entre otros considerados como primermundistas, aún y con toda su tecnología comienzan a sentir los fuertes estragos causados por la falta de agua y que vienen derivados a su vez del fenómeno del cambio climático global.
En muchas regiones ya están recurriendo a la dotación de agua vía pipas, ya que sus fuentes locales de abastecimientos están quedándose sin el vital líquido. Ya no digamos otras partes del mundo que llevan años batallando con esto y que cada día se convierte en una situación de alto riesgo social y que causan enfrentamientos fuertes e incluso ya conflictos armados.
Poner en un contexto esto es de suma importancia ya que trasladándonos al ámbito local, increíblemente mucha gente sigue pensando que el problema del abastecimiento del agua solo se debe a malas administraciones por parte de los Organismos encargados y no a un real fenómeno mundial por la cada día mayor escases del vital líquido. Con esto no busco suprimir las diversas problemáticas que aún enfrentan tales organismos, como en el caso de la o las COMAPA(s), que siguen teniendo grandes áreas de oportunidad y muchos procesos que mejorar, pero concentrar la totalidad de la culpa en ellas, no es acertado.
Hace algunos años plasme en una serie de tres columnas seguidas, un análisis muy profundo sobre tal problemática, el mismo por el cual inclusive llegué a recibir mucha retroalimentación positiva tanto de miembros de asociaciones civiles, lectores, funcionarios públicos y de todas las corrientes políticas hay que decir, que comentaron que fueron columnas que fomentaron una fuerte reflexión, críticas pero a su vez muy ecuánimes y con vasta información.
Años después retomo al tema y tristemente en circunstancias mucho más apremiantes, para intentar volver a generar de una manera u otra un momento de inflexión. Recientemente tuve la oportunidad de comunicarme con amistades de varias partes del mundo y abordar tal tema, cada cual con sus experiencias en sus países y/o regiones, pero al ser personas con alta preparación académica, pudimos coincidir en la cruda realidad de la problemática y todos aseverando que como comunidad mundial, nos hace falta todavía mucho por aprender y más por hacer.
Simplemente aquí en nuestra región estamos viendo como nuestro estado vecino y especialmente en su urbe capitalina, el problema está tan pronunciado que comenzó a tener ya repercusiones fuertes políticas y posturas encontradas inclusive hasta con nuestro estado. Al haber una falta de lluvias prolongada y por ende una sequía muy pronunciada, el decoro y la civilidad se van disipando para dar paso a inevitables confrontaciones.
En Tamaulipas, los especialistas en dichos temas por años sabían que existía una sobre explotación de los mantos acuíferos, así como de las diferentes fuentes de abastecimiento, pero desgraciadamente prevaleció nuestra idiosincrasia de no tomar acciones preventivas, sumado con la complacencia y/o displicencia de las autoridades gubernamentales de los diferentes órdenes de gobierno. Hay que decirlo tal cual, círculos viciosos y actos de corrupción ayudaron también para que la situación definitivamente se agravara.
Pero también esto no quiere decir que esfuerzos grandes no se han hecho o se hacen, tomemos el ejemplo del entonces gobernador Américo Villarreal Guerra, quien, con una visión técnica y pragmática, realizo grandes obras que incluso hasta el día de hoy son las que han hecho que por años el abastecimiento de agua no haya sido un problema, siendo un claro ejemplo de ello la línea del acueducto Guadalupe Victoria, que sigue siendo la principal fuente de abastecimiento de la capital.
Pero esto no fue obra de la casualidad sino de una persona con una preparación y trasfondo laboral fuerte en dichos temas, que llegó a ocupar diversos puestos en lo que a recursos hidráulicos se refiere. Al día de hoy por ello es muy recordado y años después ahora su hijo retoma la estafeta y como gobernador electo del estado de Tamaulipas ha dejado claro que será un tema prioritario en su administración.
En todo esto no podemos dejar de mencionar que los aspectos políticos siempre juegan un rol en todo el entramado y a veces más de lo que debería de ser. Cuando existe una real voluntad política, respeto a los acuerdos, concordancia de ideas y proyectos, así como un pragmatismo efectivo, los resultados tarde o temprano se dan. Tomemos por ejemplo el caso de Victoria, actualmente la presa Vicente Guerrero se encuentra en menos del 20% de su capacidad y de continuar así se vislumbra un escenario muy complicado.
La capital del estado por su naturaleza logística y por la concentración de oficinas gubernamentales, genera un ambiente político peculiar y distinto a las otras ciudades de nuestro hermoso estado. Aquí se exacerban los ánimos y más fácilmente se politizan los temas, para bien o para mal. El caso de la COMAPA Victoria no es la excepción, pero habría que tener un real conocimiento de la situación prevaleciente para llegar a deducciones correctas.
Si hay mucho por hacer, pero también se ha hecho mucho, lo que pasa es que la situación es grave y la magnitud de la encomienda parece no poner en real contexto las acciones diarias que se realizan, El entramado de la distribución de agua, el arreglar las fugas, la distribución vía pipas y otros aspectos del funcionamiento diario, no son cosa fácil y para ello se requiere a personas con entendimiento de la problemática y con una diversidad de perfiles para todos contribuir para una mejoría.
Sin duda hay muchos aspectos que fortalecer, pero la alianza entre COMAPA y gobierno municipal parece consolidarse y entrar en una faceta de mayor sincronía. Sumado a acciones concretas por parte de la administración municipal quien, cumpliendo con su palabra, especialmente el alcalde, recién presentó el programa AMA, (Abastecimiento Municipal de Agua y Alimentos) centros especializados para distribución de agua y posteriormente alimentos, que van a beneficiar a personas en las zonas más afectadas por estos temas.
Con esta colaboración busco sinceramente generar una sinergia de opinión y abonar al hermanamiento de ideas, ya estamos viendo lo que sucede en Nuevo León y es de sabios ir previendo escenarios. La incitación a la confrontación en estos momentos solo generará un ambiente muy complicado que sin duda entorpecerá cualquier tipo de avance.
Cada día hay que estar más conscientes de nuestra realidad y son con el cúmulo de acciones positivas graduales que iremos paleando el difícil entorno; cuidar más el agua, no desperdiciarla, concientizar a los demás, etc., son acciones cotidianas que todos debemos de ya incluir en nuestro diario hacer. La estabilidad de nuestro mundo depende de nosotros mismos, así es que no seamos tercos, arrogantes, vengativos y menos soberbios.
Literalmente el futuro de millones depende de nuestra capacidad de respuesta en estos tiempos apremiantes, o nos sumimos en nuestros complejos mundanos o elevamos nuestra espiritualidad, verdaderamente conectándonos con nuestro planeta y actuando en sinergia cual elementos universales que todos somos.
Y para esto no hay religiones, razas, colores, idiosincrasias y demás, todos vivimos en este planeta que llamamos tierra y todos seremos parte o de la solución o de nuestra propia perdición. Así como el agua, tenemos que aprender a fluir todos juntos en una misma dirección.
Reflexión final
Somos la memoria que tenemos y la responsabilidad que asumimos. Sin memoria no existimos y sin responsabilidad quizá no merezcamos existir.
-José Saramago-
Jorge Alonso Infante Alarcón
Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.
Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)
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