La crisis y escasez del agua en el noreste de México, está poniendo en evidencia el modelo de desarrollo industrial, agropecuario y agroindustrial, que hoy día representa la región noreste, entre Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.
Recientemente, el gobernador del estado de Nuevo León, respaldado por el presidente de México, Samuel García y López Obrador, de forma unilateral y sin considerar acuerdos previos, anunciaron la ampliación del segundo acueducto para traer agua de la Presa El Cuchillo, hacia la zona metropolitana conurbada de Monterrey.
Estas medidas, pasan por alto los convenios previos de 1996, donde los derechos del agua del Bajo Río San Juan, están reservados tanto para aprovechamiento de uso doméstico e industrial de la zona metropolitana de estado de Nuevo León, y el uso alternativo agropecuario e industrial de la zona norte de Tamaulipas, entre Camargo, Reynosa, Río Bravo y Matamoros.
Este tema está poniendo en entredicho el actual modelo de desarrollo y la necesidad de proponer un plan alternativo de uso y aprovechamiento de los recursos naturales escasos, como es el agua, tierra, aire y productos energéticos.
A la par, adaptar estos modelos hacia las actividades del futuro representadas por el uso y aprovechamiento de tecnologías de tercera generación en el sector de las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación), manejo inteligente de las redes sociales, fomentar las industrias de tercera generación, como la aeronáuticas, farmacéutica, energías alternativas, etcétera.
La zona metropolitana de Monterrey, es una región insaciable con un uso intensivo de agua dulce para llevar a cabo sus procesos industriales, a base de producción de refrescos, agua embotellada, cervezas, sin olvidar la industria pesada acerera, de envases, maquinaria y equipo, que requieren un alto consumo de energía fósil y agua potable.
El mismo destino le acompaña la zona conurbada de Saltillo Coahuila, que se especializan y dedican al igual que en Nuevo León, en la industria automotriz y eléctrica electrónica.
El modelo de Tamaulipas en la zona norte, a diferencia de sus dos vecinos norestenses, se especializa alternativamente entre el uso intensivo agrícola, agroindustrial, petroquímico y maquilador, lo que le convierte en un modelo híbrido y con mayor viabilidad, al no ser como Monterrey, de uso intensivo de agua y energías no renovables.
La zona norte y centro de Tamaulipas, adicionalmente, en los últimos 10 años pasó a ser la segunda región nacional con más oferta de energías limpias y renovables, a base del viento (eólica) y solar (fotovoltáica).
Por lo citado, actualmente nuestra entidad representa una región de gran potencial para la atracción de nuevas inversiones de las industrias pesadas citadas, así como una alternativa viable para la realización y relocalizacion de algunas empresas de Coahuila y Nuevo León, que en el futuro no dispondrán de suficientes recursos de agua, tierra, aire, energético y mano de obra, que en Tamaulipas se disponen tanto en la zona norte, centro y sur.
Vale citar que la zona sur conurbada y metropolitana de Tampico, Madero y Altamira representa una región con gran potencial presente y futuro, para ser considerado para la instalación de plantas automotrices fabricantes de autos y camiones; así como una alternativa de instalación de un clúster de industrias de "ciencia de frontera (Conacyt)", como es la industria aeronáutica, aeroespacial (aviones y sus partes), naviera (barcos y plataformas petroleras), partes de energías eólicas y solares (aspas, transformadores, fotopartes voltáicas) y asuntos ferroviarias (trenes, maquinaria, vías, etc.).
TAMAULIPAS ALTERNATIVA DE DESARROLLO:
Es importante que las nuevas autoridades del gobierno estatal entrante, aplique planeación y prospección de este tema prioritario, para evitar que otras entidades federativas lejanas y sin experiencia previa de desarrollo de industrias pesadas y de ciencia de frontera, intenten llevar esa infraestructura especializada en la zona noreste y noroeste de México.
Indudablemente, el presente y futuro de Tamaulipas se funda en estos factores fundamentales del desarrollo integral, que a la par se respalda por las ventajas comparativas que nuestra entidad tiene por su envidiable ubicación estratégica, que está representada por 17 puentes internacionales, 3 puertos industriales comerciales, 5 aeropuertos internacionales y una red ferroviaria y carretera de excepción.
Esta infraestructura de Tamaulipas, se acompaña con una reserva potencial de recursos energéticos de gas natural, energías limpias (eólica y solar), tierra, parques industriales, pero principalmente, mente y mano de obra que representa un gran capital humano capacitado y proactivo para desarrollar el redespegue y reinvento de Tamaulipas como una región excepcionalmente rica y saludable.
EL FIN DEL AGUA ABUNDANTE:
Por muchos años se venía pronosticando y anticipando la avenida de la escasez del agua potable y dulce en el mundo. La amenaza del cambio climático se veía como una falacia y a muy largo plazo, los jerarcas del mundo industrializado hacían y hacen caso omiso de dichas amenazas, que se acompañan de escasez del agua, el deterioro y desertificación de los suelos, y la contaminación irreversible del aire, agua y tierra.
Hoy somos testigos, de la pérdida de caudal de las aguas de los ríos más importantes del mundo, un ejemplo de pronósticos reservados, es el Río Rin de Alemania, que está a punto de colapsar y dejar de ser navegable, con las consecuencias drásticas que esto tendrá, al dejar de transportar los productos fundamentales para la vida industrial de ese país, esto en medio de la crisis del agua, de la escasez de gas natural y combustibles ofertados por la Rusia en Guerra con Ucrania, que ya amenaza de volver a utilizar el prohibido carbón (coque) para volver al pasado energético de Alemania.
Así la mayoría de países europeos, asiáticos y americanos. El río Nilo, el Amazonas, los Grandes Lagos, y los de México, están en esa lista de colapsamiento.
Es tiempo de reflexionar y reconvertir ese impacto del cambio climático, y convencer a los políticos de oriente y occidente, que este es un problema que nos concierne a todos, pobres y ricos...
Jorge Alfredo Lera Mejía
Tampiqueño, Economista (ITAM), LAE, Maestro en Economía y Doctor en Administración Pública (UAT).
Asociado del INAP, Subsecretario del Exterior de la Federación del Colegio Nacional de Economistas y Vicepresidente zona noreste de la LER. Inicia su carrera en 1977 y ha desempeñado diversos cargos en la Administración Pública Federal, en Michoacán y en Tamaulipas.
Catedrático en la UNAM, ITAM, ULSA y actualmente profesor-investigador por la UAT e Instructor de la Auditoría Superior de la Federación.