En la historia de las naciones como nuestro país," la reforma" ha sido no solo una palabra sino la concepción de un cambio profundo en las leyes nacionales para modificar la realidad en favor de las mayorías. Desde las modificaciones constitucionales del periodo "Reformista" de Benito Juárez, pasando por la abrogación de la Constitución de 1857 para crear la de 1917 vigente hasta ahora, se han hecho cambios al texto legal de nuestra carta magna que han impactado al marco constitucional de toda la nación. La pregunta que nos debemos de hacer es si estas reformas realmente han beneficiado a toda la población y si aún quedan pendientes algunas de realizar.

  Nuestra actual Constitución se ha reformado en 707 ocasiones haciéndola una de las más cambiantes de todo el mundo. La de Estados Unidos de Norteamérica que fue promulgada en 1787 ha tenido solo 27 cambios en 233 años. La Constitución española de 1978 ha sido reformada solamente en tres ocasiones y la Constitución de Brasil de 1978 ha sido cambiada por 70 decretos desde su publicación, solo por citar algunos ejemplos. Como resultado de las modificaciones de nuestra Constitución Mexicana realizadas en sus ya más de 100 años de promulgación (5 de Febrero de 1917) su tamaño ha crecido 5 veces al pasar de 21,382 palabras a las 111,783 que hoy la conforman.

   Los artículos constitucionales con más modificaciones han sido el 73 que trata sobre las facultades del Congreso de la Unión, el 123 relativo a las relaciones obrero-patronales, el 27 que versa sobre el régimen de propiedad y el 89 que señala las facultades del Presidente de la Republica, en estos cuatro artículos se concentran el 20% del total de los cambios en nuestra carta magna. Actualmente el Gobierno Federal tiene en su agenda de propuestas de cambios constitucionales una reforma electoral, la finalidad que tienen es impactar en todo lo relacionado en el próximo proceso electoral federal del 2024.

   Las anteriores reformas electorales han modificado el texto legal para regular a los partidos políticos, poner condiciones de registro para los candidatos a puestos de elección popular, establecer sistemas de votación, las formas de representación de las minorías, reglamentación de las alianzas, duración de los cargos elegibles, posibilidad de reelección, determinación de circunscripciones electorales y sobretodo evitar prácticas clientelares desde el gobierno o de grupos de poder que busquen influir ilegalmente con recurso o violencia durante el proceso de las elecciones.

 El resultado de estas reformas electorales ha sido que la ciudadanía confía en los órganos electorales como el INE que organiza junto con millones de ciudadanos las elecciones en las cuales en los últimos 20 años hemos vivido cambios de gobierno de tres distintos partidos políticos sin que se haya presentado ningún acto de violencia y hemos visto transiciones de poder en paz y con respeto a las instituciones. Desde la modificación a las leyes electorales de 1979 que dieron la oportunidad a que todos los partidos políticos tuvieran espacios en el Congreso Federal y hasta la creación de un Instituto Electoral ciudadano y con independencia política y económica y con tribunales electorales libres la democracia en México es ejemplo internacional.

   Pensar en seguir modificando la Constitución y las leyes electorales solo con la finalidad de romper los equilibrios democráticos ya existentes en un grave error.  Buscar justificar estos cambios con la misma premisa de los " ahorros económicos" mal aplicados y que son pura propaganda gubernamental es un engaño mayor. Hay que seguir debatiendo este tema porque gracias a lo que hemos creado en este país que es la libertad de expresión y defensa de las ideas hoy gozamos de un régimen democrático que debemos defender en cada momento. Nuestro mejor legado para las próximas generaciones debe ser la democracia, la libertad y la justicia social.

  Sigamos defendiendo a México que requiere Reconciliación y Reconstrucción Social para recuperar el desarrollo económico y regresar la seguridad que es el principal reclamo en nuestro país.

Ramiro Ramos Salinas

Político tamaulipeco nacido en Nuevo Laredo, Tamaulipas. Cuenta con un doctorado en Administración Pública y una maestría en Administración de Negocios.

Fue diputado local en la LXII Legislatura y además fue presidente del PRI en Tamaulipas.