Nuevo museo para la ciudad
La Estación del Tren representa para muchas generaciones de victorenses cosas distintas. Para las personas mayores de 50 años es como volver a su niñez, cuando ir al mediodía a las instalaciones del edificio representaba un verdadero atractivo y estímulo. Aquellos domingos en que el padre llegaba a la casa y, a regañadientes, decía a los niños que se portaran bien y los llevaría a ver pasar los trenes. En cambio, para las generaciones que nacieron después de la década de los 90 es un inmueble viejo y en desuso más en Victoria o un espacio para ir a almorzar en las taquerías mañaneras.
Estación del ferrocarril de Ciudad Victoria, donde viaja la historia es el título del ensayo elaborado por José Eduardo Juárez Zúñiga, joven investigador de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), quien agrega que el edificio que comprende la Estación del tren es de dos plantas. En él se encontraba una sala de espera, una taquilla para adquirir los boletos, una sala de equipaje, largos pasillos de (20 metros) y hasta una bodega; vías auxiliares, casa de máquinas, tanques de almacenamiento, que servían para dotar de agua a las máquinas de vapor. Desde la inauguración de éste inmueble se tenía establecido en la planta alta un moderno restaurante que dio servicio por durante muchos años, hasta su clausura. En algunos casos, sirvió para ofrecer espléndidas comidas y recepciones a altas personalidades.
La construcción de las vías férreas de la línea Monterrey – Tampico inició el 1 de octubre de 1888 para un trazo con una longitud de 518.640 kilómetros. No fue hasta el 4 de octubre de 1890 que pasó por Victoria la primera locomotora de ferrocarril llamada “Don Patricio” de la División del Golfo de México, que conectó Tampico con Monterrey. En entrevista con el cronista de la ciudad, Francisco Ramos Aguirre, hizo mención que el gran auge ferrovial en el país se dio en la última década del siglo XIX, durante los gobiernos de Porfirio Díaz y Manuel del Refugio González Flores. Muchas de las vías aún se encuentran donde se instalaron e interconectadas por sus destinos.
“EL TRAMO que corresponde y que todavía existe en la actualidad (que pasa por Tamaulipas) es Monterrey – Montemorelos – Linares – Ciudad Victoria y Tampico. Es decir, toda esta parte de la región tamaulipeca que corresponde a un área entre el sur y centro del estado”, explicó. Cabe hacer mención que durante el préstamo de servicios que ofrecía la Estación del Tren, pasaron por ella grandes celebridades de talla nacional e internacional que fueron el tema de conversación durante aquella época. Como lo fue el Duque de Windsor, Eduardo VIII del Reino Unido, también estuvieron personalidades como Álvaro Obregón, Venustiano Carranza, Diego Rivera, Onofroff, que era un ilusionista internacional; obispos como Ignacio Montes de Oca y un sinfín de aristas. El 31 de mayo de 1998 la empresa Ferrocarriles Nacionales de México canceló la ruta.
El señor Héctor Reséndez fungió como telegrafista para la empresa Ferrocarriles Nacionales de México cuando los trenes transportaban mercancía y personas durante el periodo de 1968 hasta que dos años después le ascendieron a jefe de estación, explicó que se dedicaba a verificar el servicio de carga, que en aquellos años representaba el de pasajeros, servicio exprés y el de carga. Incluso, dijo, había personas que tenían hijos estudiando o viviendo en la ciudad de Tampico y enviaban el lonche de los muchachos, ropa que recién compraron para que éstos la disfrutaran. En cambio en los servicios de carga, donde los volúmenes de producto eran grandes se empleaban los furgones. En éstos se transportaba sorgo y maíz a distintas partes del país. Servicio que generaba ingresos considerables para el Estado.
Aunque el edificio está considerado como patrimonio histórico – artístico por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), como conservado por sus materiales que se utilizaron en su construcción, las autoridades ferrocarrileras nacionales y además de las administraciones federales, estatales y municipales, lo han dejado en el olvido. Al pasar cerca de las instalaciones claramente se puede observar cómo el inmueble, al paso de los años, se ha ido deteriorando por diversos factores. Uno de ellos es el clima, y por otro lado lo ha ido invadiendo el vandalismo. No fue hasta hace diez años que las administraciones municipales iniciaron con el planteamiento de proyectos para darle uso al inmueble para distintas actividades. No se ha implementado ninguno de ellos.
RECORDÓ QUE varias administraciones han tratado, desde que se cerró el servicio de pasajeros en 1998, realizar en él desde un museo, hasta un lugar donde se ofrezca gastronomía típica de ese lugar, pero de una manera más organizada. "En 1893 se construyó el edificio de la estación, ese edificio tiene muchas características y, tiene la arquitectura original, aunque ha recibido algunos cambios no son de estructura, son de mejorar un poquito la imagen, es un edificio construido con piedra y sillar". La estación del tren, dijo, por años tuvo mucho uso, pero el hecho de que la compañía Ferrocarriles Nacionales de México (FNM) pasara a una compañía extranjera, se desconoce hasta donde existe un convenio para el uso de la estación, que de hecho ya no tiene uso; se convirtió en un tren de carga y de paso. Vale destacar que diversas personas e instituciones han manifestado su interés en el tema.
"Nosotros estamos tratando de proteger, el edificio de la estación está protegido, no pueden tumbarlo ni pueden modificarlo, están protegidos los tinacos que están por el eje vial, que son los que alimentaban las máquinas de vapor, son también patrimonio histórico". Tampoco se pueden destruir, agregó, los galerones o talleres donde entraba a reparación la maquinaria, todo lo que envuelve la estación de ferrocarriles en Victoria, está protegido y forma parte del patrimonio histórico y cultural edificado de Victoria. La antigua estación del ferrocarril de Ciudad Victoria, en el estado Tamaulipas, mantiene su estructura inicial y puede ser la estación un nuevo museo en nuestra capital. Un trabajo arquitectónico realmente digno de admirar, por lo que actualmente se habla sobre la posibilidad de que el recinto se convierta en museo.
La estación se abrió, el 26 de marzo de 1880, -en el aniversario del natalicio de Benito Juárez- trajo empleo y posibilidades de mayor abundancia económica a los habitantes de la zona. La historia de este lugar, nos dio lo que hoy en día es un sitio perfecto para las sesiones de fotos más increíbles. Recordemos que se trata de una preciosa estación de trenes abandonada, en la que además el paso está permitido. La luz del día, especialmente al atardecer, nos regala los planos más hermosos para nuestras galerías, especialmente en colores cálidos, ahora imagínala siendo una estación museo en ciudad victoria. La vieja estación de trenes debería ser utilizada en una forma integral múltiple, no solamente como una sola cosa, por lo que el gobierno seguirá buscando la manera de lograr que este proyecto se aterrice algún día. Ojalá que se conjunten esfuerzos para mejorar la vieja estación que forma parte del patrimonio histórico de la región.
Correo: amlogtz@gmail.com
Ambrocio López Gutiérrez
Periodista y Sociólogo.
Columnista en diversos medios electrónicos e impresos.
Redactor en el equipo de Prensa de la UAT.
Profesor de horario libre en la UAM de Ciencias, Educación y Humanidades.
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