En un programa especial de CNN mostraron un video de 77 minutos de duración sobre el caso de los asesinatos de niños en la escuela primaria Robb de Uvalde Texas. Desconcertante, indignante, vergonzante y muchos más adjetivos calificativos pueden aplicarse al estarlo viendo. Elementos policiacos arribaron a la primaria en minutos y tras solo un intento de acercarse al salón en donde el tirador se había metido y estaba disparándole a los niños, se retiraron y se posicionaron en ambas entrabas del pasillo.

Comenzaron a llegar decenas de policías de diferentes corporaciones, pero nadie actuaba para confrontar al asesino, aún teniendo equipo especializado como chalecos, cascos, escudos, armas de alto poder, etc., todos se mantuvieron en sus posiciones y nadie se atrevió o tuvo la decisión concreta de actuar acorde a sus mismas reglas de operación policiales.

Pasaban los minutos y niños se desangraban y morían, hubo al menos un par de llamadas de celulares de niños pidiendo auxilio a teléfonos de emergencia, era un solo tirador contra alrededor de 400 policías que llegaron a estar en la primaria. 77 minutos pasaron hasta que decidieron actuar, cuando el desenlace pudo haber sido mucho muy diferente, evitando más homicidios y salvando a aquellos heridos a tiempo.

En ese lapso fatal, 21 personas fallecieron, 19 niños y dos maestros.

De aquí muchísimos temas pueden analizarse, la proliferación de armas en E.U., sus leyes al respecto, el entorno social, la increíble, extraña y cobarde respuesta policiaca, etc. Lo cierto es que el país que se jacta de tener de las mejores corporaciones policiacas en el mundo, falló terriblemente, policías de muchas corporaciones brillaron, pero por su cobardía y falta de decisión.

Y no es que uno no comprenda que los nervios y el miedo existan en ese tipo de situaciones, todos somos seres humanos mortales, pero ellos saben que es parte de su trabajo y para eso reciben entrenamiento especial físico y psicológico. Es como si un bombero acude a un incendio y no hace nada, como si un paciente necesitara de atención quirúrgica urgente y el médico decide no intervenir.

Imagínense los familiares de los fallecidos al ver el video y saber por informes más recientes que por más de una hora cientos de policías estuvieron allí y decidieron no actuar, mientras sus familiares eran víctimas mortales de un trastornado personaje. Y que 19 de las víctimas eran niños y niñas que tenían toda una vida por delante. La esposa de uno de los agentes estaba adentro y aún así no actuó, pero también uno se preguntaría si las cosas hubieran transcurrido igual si alguno de los niños hubiese sido hijo o hija de uno de los policías presentes, ¿en verdad hubieran actuado igual?

Al hacerse público el video, ha causado una enorme indignación a nivel internacional, todo lo que ahí sucedió debe ser seriamente cuestionado y acciones correctivas contundentes deben de tomarse. Tan malo es el abuso de fuerza como la no acción, y en este caso en particular, prevaleció el miedo y la indecisión en circunstancias no comprendidas, una falta de determinación que costó muchas vidas.         

Como comenté anteriormente, claro que este tema da para mucho y sería preciso analizar cuestiones como la que hizo a una persona estar tan trastornada que decidió ir a asesinar a niños, leyes que alientan la adquisición de armas, una cultura bélica, sociedades que permiten actitudes como la discriminación y el Bullying, la proliferación de drogas, etc. No es querer una sociedad perfecta pero tampoco que sigamos en caminos que solo nos llevaran a mayores desgracias.

Aunque ya no sea noticia de todos los días, que no se nos olvide que en Ucrania todavía se está librando una guerra que sigue costando vidas humanas y a su vez demostrando lo peor de nuestra humanidad. Pasa el tiempo y el horror se disipa ante nuestra cotidianidad, otras noticias surgen y muchos simplemente regresan a sus quehaceres diarios sin tener presente las atrocidades en el mundo, sin contar que en nuestro país también vemos desgracias por doquier.

Jorge Alonso Infante Alarcón  

Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.

Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)