Zacatecas, Zacatecas. - Ante los altos niveles de contaminación de agua, aire y tierra en Zacatecas y el País estar sano hoy es un milagro, afirmó la investigadora Mónica Imelda Martínez Acuña durante su conferencia Recuperando el futuro, retos de la salud ambiental infantil dentro de las actividades promovidas por la colectiva Zurciendo el Planeta y el museo de Ciencia interactivo Zig-Zag.

Además, la especialista citó un trabajo de investigación de los periodistas Theo Colborn John Peterson Myers Dianne Dumanoski quienes en su libro “Nuestro Futuro Robado” publicado en 1997 comprobaron que todos los seres humanos sin excepción tenemos 500 sustancias químicas en nuestro cuerpo que no existían en las personas hace 50 años.

“Hoy, alertó la especialista,” desde antes de nacer las y los bebés ya están expuestos a estas sustancias tóxicas y nocivas para su organismo que alteran las funciones de los órganos, de la tiroides, que disminuyen su coeficiente intelectual, sus niveles de atención o bien están más propensos a desarrollar distintos tipos de cáncer”.

Martínez Acuña señaló que, como sociedad, los gobiernos e industrias estamos obligados a generar acciones que permitan a la y los niños acceder a una vida saludable y plena con un enfoque de derechos humanos.

Los problemas ambientales se han acrecentado, dijo por el uso de plaguicidas como en su momento ocurrió con el DDT que era utilizado para combatir plagas en cultivos y hasta enfermedades como el paludismo o ahora con el exceso de micro plásticos que han inundado el medio ambiente, los mares, el agua subterránea y también se encuentran ya en el cuerpo humano y el consume excesivo de fármacos.
La salud, explicó la académica de la Unidad de Ciencias Químicas de la UAZ es un estado de bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades, por lo que es obligación de toda la sociedad que protejamos a las infancias de los peligros ambientales.

Zacatecas vive en arsénico
La especialista de la Unidad de Ciencias Químicas de la UAZ recordó que entre 2015 y 2016 su unidad académica realizó un estudio en el que se encontró que el 74 por ciento de la población de la llamada franja central de Zacatecas está en riesgo por altos niveles de arsénico en el agua.

Mientras que el mismo estudio se determinó que el 99 por ciento de la población que consume altos niveles de arsénico en el agua está en riesgo de contraer cáncer.

“Requerimos una herramienta de administración de riesgos que le permitan saber a la población de Zacatecas qué tanto problema de arsénico y fluor tiene en el agua que consumimos”, dijo.

Los problemas ambientales, advirtió, no desparecen. “Necesitamos enseñarnos a vivir en ése riesgo y amortiguarlo”.