¡Todos quieren ganar elecciones, pero pocos están dispuestos a innovar!

Conforme pasa el tiempo se vuelve cada vez más complicado entender a los electores, pues las estrategias tradicionales ya no son suficientes para convencerlos. Ante esto, los consultores necesitamos innovar, retomando nuevos modelos de comunicación que integren los recursos neurocientíficos y tecnológicos que la era digital ha traído consigo.

La Neuropolítica es la solución a los problemas que las campañas tienen cuando no logran conectar emocionalmente con el electorado y a las crisis que los gobiernos presentan cuando no recuperan la credibilidad y el consenso con su agenda mediática. Pero lo que no muchos políticos entienden, es que esta disciplina obliga a un cambio de paradigma.

Derivado de estos desafíos es como llega la Neuropolítica, una disciplina encargada  de comprender el cerebro y las emociones de las personas en su condición de ciudadanos y electores con la intención de que los candidatos o equipos estratégicos puedan conocer y tomar mejores decisiones basados en las necesidades de los votantes, y de esta forma obtener su apoyo para un proceso electoral.

Es así como los candidatos a través de la Neuropolítica tienen una nueva oportunidad de conectar, crear emociones y generar empatía con los votantes potenciales. De esta manera, las nuevas campañas electorales se deben centrar en el ciudadano y no en el candidato, esta fórmula permite convencer al electorado de una manera más efectiva, tanto que aumenta la probabilidad de éxito en una campaña electoral.

Los electores toman decisiones basados en la emoción más que en la razón. Hoy todo parte del elector y su estado emocional para poder crear un puente de comunicación, a partir de su realidad y no del candidato.

En este sentido, la Neuropolítica tiene 5 pilares básicos que deben ser aplicados en campañas electorales:

La minería de datos, que es el proceso de extracción de información significativa de grandes bases de datos con el objetivo de encontrar patrones o tendencias que expliquen el comportamiento emocional del elector.

La microsegmentación nos permite encontrar e identificar las emociones reinantes del electorado y agruparlas para poder estudiar sus diferentes reacciones ante las piezas comunicacionales de la campaña.

La guerra de información es mucho más que un ataque a la imagen de un candidato o un partido; es crear un entorno en el cual la percepción cambiará la intención de voto de manera favorable hacia nuestro proyecto. Se trata de generar resonancia a favor de nuestro candidato y disonancia para el adversario.

El neuromarketing como el proceso creativo de la imagen, la identidad y las piezas comunicacionales basadas en la microsegmentación y conexión emocional. El neuromarketing permite diseñar una marca política fuerte, potente y penetrante, con ADN y personalidad, generar un branding innovador, centrado en estimular la mente del elector. Además de encontrar los significados simbólicos y lingüísticos que permitan encarnar la marca en la mente del electorado.

Usar plataformas digitales para extraer información segmentada: el uso de software especializado en analizar datos nos permite saber de manera inmediata que le interesa a la ciudadanía.

En definitiva, el éxito de una campaña política está en investigar a profundidad al electorado, también saber comunicar correctamente las ideas que deriven de la estrategia teniendo en cuenta que cuando estas logren influir positivamente en las emociones, sentimientos y el cerebro de los votantes, en ese momento podremos estar cerca de la victoria.

@Alberto_Rivera2

Alberto Rivera

Construyo procesos de comunicación siendo y haciendo cosas diferentes, provocando emociones y moviendo conciencias hacia la participación social y política.

Ayudo a potenciar marcas de proyectos políticos y gubernamentales a través del descubrimiento de insights, arquetipos de marca y estrategias de comunicación política.

Soy consultor, catedrático y speaker en Estrategias de Campaña Política y de Gobierno. Director General de Visión Global Estrategias.

Soy originario de Tampico, Tamaulipas y cuento con una Maestría en Educación, Maestría en Política y Gobierno y Doctorado en Filosofía; además de tener diversas especializaciones en Comunicación Política, Consultoría Política e Imagen.