Funciones básicas de la mayúscula
En las colaboraciones pasadas les comenté que, de acuerdo con la nueva edición de la Ortografía de la lengua española, debemos tener cuidado con el uso de la mayúscula inicial cuando mencionamos palabras como gobernador, presidente, alcaldesa, ya que los nombres de los cargos deben escribirse con inicial minúscula por tratarse de sustantivos comunes.
¿Cuáles serían algunas funciones básicas de la mayúscula?
Una de sus funciones es la de delimitar determinados fragmentos del discurso y la identificación de los nombres propios.
Según lo que he leído del libro de ortografía, algunos usos de la mayúscula están condicionados por la puntuación, de esto nos podemos dar cuenta luego de poner un punto y aparte, o punto y seguido.
Algunos usos de la mayúscula exigidos por la puntuación considero que ya los conocemos.
Lo que me llamó mucho la atención es haber encontrado en las lecturas de que hay una llamada “mayúscula diacrítica”, otra llamada “mayúscula de relevancia”, y dentro de esta la “mayúscula enfática”.
Pero ojo, con respecto a la mayúscula diacrítica, en estas lecturas se informa que, desde el punto de vista estricto, no puede afirmarse que la mayúscula cumpla en español la función de distinguir.
Es importante lo que ahí se señala, pues podemos leer muchas palabras con mayúscula inicial cuando en realidad no deberían de escribirse así; es el caso de los ejemplos anteriores, leemos: Gobernador (en lugar de gobernador) y Presidente (en lugar de presidente).
En estos casos quien escribe lo más probable es que su intención sea la de distinguir una palabra.
Fíjense. Si buscamos en Internet o en un diccionario la palabra ‘diacrítico, a’ la cual viene del griego “diakritikos”, encontraremos que quiere decir “que distingue”, y tiene que ver con el acento escrito o tilde. Ejemplo: El (artículo) y Él (pronombre personal).
Lo que entiendo es que la llamada mayúscula diacrítica es solo una expresión con la que se le conoce o se alude, y, entiendo, que quien la aplica tiene el propósito de hacer distinguir una palabra, aunque también se aclara que, en sentido estricto, no se puede afirmar que esa sea su función.
Ahora, en la mayúscula de relevancia su empleo depende más de los usos tradicionales de la mayúscula inicial, pero que no están justificados en nuestro sistema ortográfico. Por ejemplo, Presidente, Ministro, Papa, cuyas palabras a veces las vemos escritas con inicial mayúscula por respeto especial a estas dignidades, pero que en la nueva edición de la Ortografía dice claramente que los cargos o títulos deben escribirse con minúscula inicial.
Por último, se encuentra la mayúscula enfática la cual tiene que ver más con el deseo de destacar conceptos por parte del autor o de quien escribe. Sería uno de los casos los textos especializados de zoología, o en el empleo de palabras como naturaleza, historia, humanidad.
Es importante comentar que ni el uso de la mayúscula enfática ni la de relevancia, están justificadas desde el punto de vista lingüístico, por lo que se recomienda evitar su uso.
En el libro Ortografía de la lengua española podemos ver con más detalle toda esta información (4.5 LA LLAMADA MAYÚSCULA DIACRÍTICA; 4.6 LA MAYÚSCULA DE RELEVANCIA) para quienes quieran conocer un poco más del tema, ya que solo he compartido con ustedes una mínima parte de lo que ahí se aborda.
Ricardo Hernández Hernández
Poeta y columnista
Colaborador del portal:” Hoy Tamaulipas” hasta la fecha.
Actualmente estoy cursando un “Diplomado en Creación literaria” en la Biblioteca del Centro Cultural Tamaulipas, con el maestro José Luis Velarde.
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