50 años: ¡siempre amigos!
Hace 50 años salimos de la secundaria, la Federal No. 1, Presidente Adolfo Ruiz Cortines. Y este sábado vamos a reunirnos 37 excompañeros y como invitados especiales tres de nuestros maestros. Salimos y al paso de los años un año si y no, nos reuníamos, aunque eso sí, cuando cumplimos 25 años festejamos. Ahora para nuestra reunión la expectativa es grande: hay compañeros que, de plano, no hemos visto, saludado pues, en esos 50 años.
Nuestra premisa es: ¡Siempre amigos! Por una sencilla razón. Vivimos en una etapa de transición, compartimos no solo conocimientos y experiencias, si no que forjamos una amistad cuyo cemento fue la plena identificación en sueños, anhelos y esperanzas. Unos, los que vivimos en Victoria, aprovechamos cualquier oportunidad para comentar, recordar y rememorar anécdotas.
FUIMOS EL V1.
La generación 1969-1972 se integró en la Federal No. 1 con seis grupos. Los matutinos éramos 3 matutinos y tres vespertinos. A mi grupo, sucesivamente le toco en 1º, V!; en 2, el V4 y en 3º, el V7. Nuestra escuela se ubicó en el 18 y 19 Hidalgo, ahí estuvimos haga de cuenta 5 semestres (de primero, segundo y el primer semestre del tercero) y el 6º, el ultimo de secundaria, nos tocó en suerte inaugurar el nuevo edificio, el de la Calzada de Tamatán.
La generación en promedio se integró con 55 alumnos. Sin embargo, por la dinámica de movilidad en virtud del aprovechamiento escolar, al pasar a segundo como al tercer año, había cambios: unos pasaban a otro grupo y se sustituían de los otros. Fue, mi grupo, en general una generación que se distinguió por el interés y preocupación de estudiar: hoy, al paso del tiempo, muchos somos prueba de que la educación es un soporte para la movilidad social. Un día me dijo un vecino de aquella época: estábamos bien jodidos y otro respondió, seguimos, pero menos.
PARTEAGUAS.
En lo personal, para mí, la educación secundaria fue un parteaguas en la formación futura. Y creo que igual para otros de mis compañeros: La maestra Nohemí, nos impartió civismo, hizo que aprendiéramos nuestros derechos constitucionales, que conociéramos problemas del desarrollo tecnológico como la contaminación ambiental. Estoy convencido que ella, junto con el Lic. Lauro Rendón Valdés, que nos impartió español, así como Lupita Saavedra que nos dio historia, fueron determinantes en mi formación profesional, fundamento de mi ejercicio académico y periodístico.
Disfrutamos, de manera muy especial, la experiencia con cada maestro. Muchos recordamos, por ejemplo, a la maestra Leonor, que sonriente nos repartía cuatritos; o la maestra Porchini que hizo fácil entender las matemáticas (nos identificaba por la voz) y no se diga el Profesor Benito Hinojosa y nuestra primera aproximación al inglés. Rodolfo Nájera también nos impartió Matemáticas y, además, fue el maestro asesor. La de biología nos hizo capturar sapitos y ranas para disecarlas.
De manera muy especial se recuerda al Profesor Omar Galán Sandoval: nos impartió educación física y educación artística (dibujo), pero además, siempre que se podía, disfrutamos su calidad como declamador. Y el Profesor Rubén, de música, nos enseñó las notas musicales y algunos compañeros, como Gerardo Castillo, le entro a la música, fue parte de la estudiantina y ya de grande músico profesional… y en cada reunión, siempre que hay una guitarra, nos interpreta canciones de aquella época.
REGRESO EN EL TIEMPO.
Somos nostálgicos, por eso nos reunimos y recordamos una época que, para nosotros, fue maravillosa. Años atrás éramos adolescentes, sin mucha malicia, con sueños y anhelos; hoy somos padres de familia y hasta abuelos. En las reuniones, siempre, un punto de inflexión es comparar nuestra época como hijos, estudiantes; y la de hoy, como padres y nuestros hijos o nietos, que son estudiantes. No hay, concluimos, punto de comparación: hay una evolución en la sociedad, los derechos humanos y decimos, quizá egoístamente, que nuestra etapa fue mejor.
El hecho, indescriptible, es que ya no somos iguales, vivimos tiempos diferentes y ahora, buena parte, ya somos jubilados porque tuvimos oportunidad de hacer carrera burocrática o magisterial. Y, además, estamos dispersos a lo largo y ancho del país. La generación se integra, en promedio, con 55 alumnos; hoy, tenemos la certeza de que 5 ya están en el Eterno Oriente; y de los 50 que quedan, nos vamos a reunir 36. La cuestión es que a algunos no los hemos visto en 50 años: tomaron un rumbo y nunca nos encontramos.
Lamento, eso sí, que haya compañeros que con uno u otro pretexto no asistan a las distintas reuniones, e incluso a la de este sábado. Unos, es entendible: tienen problemas de salud y están recuperándose de una operación; pero otros, de plano, siempre tienen otra cosa que hacer. Estoy contento por una sencilla razón: asistirán compañeros que viven en Estados Unidos, en otros estados como Querétaro, Nuevo León, San Luis Potosí, Hidalgo, CdMx, Guerrero, entre otros, así como de Llera, Tampico, Soto La Marina.
SIEMPRE AMIGOS.
El grupo reducido que, de pronto nos reunimos, coincidimos: el momento, la circunstancia, en que se forjo nuestra amistad fue única, por eso sabemos que somos amigos y no necesitamos, como bien se dice, vernos todos los días o con mucha frecuencia. La prueba es que, a la convocatoria, hoy que festejamos el 50 aniversario de que egresamos de la secundaria, asistirán más de la mitad de la generación. ¡Enhorabuena!
Melitón Guevara Castillo
Licenciado en Administración Pública (UAT), Doctor en Comunicación y Periodismo (Universidad de Santiago de Compostela).
Profesor Emérito de la UAT. Líder del Grupo de Investigación “Democracia y Comunicación Política” de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (Victoria, Tam.,).
Representante en Tamaulipas de la Red Nacional de Investigadores de la Calidad de la Democracia.
Escribe la columna política DESDE ESTA ESQUINA, desde 1984 en El Diario de Cd. Victoria y actualmente en Hoy Tamaulipas.
Para que HOYTamaulipas siga ofreciendo información gratuita, te necesitamos. Te elegimos a TI. Contribuye con nosotros. DA CLIC AQUÍ