De siempre se ha dicho que la fortaleza del político son sus seguidores, sus adeptos o votantes. Y en este caso vale la pena recuperar los consejos que Maquiavelo da a los Principies. Por ejemplo, cuando hace una tipología de cómo se adquiere el poder, si por sus propias armas o las propias: no hay la menor duda AMLO lo consiguió por sus propias armas; Samuel García, por las de otros: el papel mediático de su esposa como los errores de Clara Luz, la que fue candidata de MORENA.

Apunto el tema de “agredir al pueblo” en razón de lo que sucedió con la última elección en la entidad. Y lo hago en referencia a las acciones y decisiones que toma el gobernante para causar, digamos, mala espina a quienes votaron por él. Vale tomar de referencia, por un lado, el papel que ha desarrollado a nivel nacional AMLO y lo que, aquí en Tamaulipas, hizo el actual gobernador. Contrapuestos y generan percepciones diferentes.

AMADO U ODIADO.

Es una pregunta que se hace Nicolás Maquiavelo y su respuesta, en la práctica, se divide en dos: tiene que ser amado por el pueblo y odiado, eso sí, por sus enemigos. En este caso, si observamos lo que ha realizado AMLO es clara: ha buscado, y ha logrado, que el pueblo lo quiera; por eso, su máxima de que primero los pobres, amén de los programas sociales con los cuales reparte dinero y apoyos sociales. Por eso, ni la menor duda cabe, su alta popularidad y el hecho de que, en la última elección, MORENA fue altamente apoyada por los adultos mayores.

Y ha logrado, también sin la menor duda, el odio de quienes, en sus palabras, son los conservadores, los neoliberales, los miembros de la mafia del poder, gracias a sus acciones o manotazos: como cancelar el aeropuerto de Texcoco, hacer que las grandes empresas paguen sus impuestos, les quito beneficios y los acorralo obligándolos a que cumplan con las reglas del juego tributario. Ha aplastado a la oposición, de tal suerte que va en caballo de hacienda para lograr un sonado triunfo en el 2024, conservar la Presidencia de la Republica.

AGREDIR AL PUEBLO.

Maquiavelo afirma que la primera muestra de inteligencia y promesa de que se hará un buen gobierno, está en la decisión de quienes serán sus principales colaboradores. En este sentido, recordamos como al inicio del presente sexenio los tamaulipecos nos sorprendimos: la mayor parte de los nuevos servidores públicos eran forasteros, de otras entidades, entre los que aun sobresalen el Fiscal General del Estado y la actual Secretaria de Salud. No fueron, los únicos: llegaron a áreas esenciales como la Contraloría, Turismo, incluso a la misma Secretaria General de Gobierno.

Hay quienes pregonan obras y acciones significativas del actual gobierno. No dudo, en serio, que las haya; de lo que no dudo, para nada, es que con decisiones y acciones se ganaron el repudio, el rechazo, del pueblo. Destaca lo que sucedió en la burocracia: hubo despidos, unos hasta con más de 20 años antigüedad; los trataron como si fueran peones, les quitaron beneficios sindicales, no les aumentaron sueldo y prestaciones, hasta las posadas navideñas les escatimaron. Buena parte de los insumos gubernamentales se compraban en otras entidades… no me crean, pero entre los burócratas, se cuenta que los garrafones de agua los traían de Reynosa, los pasteles para las fiestas de Tampico, la cuestión era, o fue, tronar a los proveedores locales, destrozar la economía local y regional.

LAS EXPECTATIVAS DE AVA.

Américo ganó la elección, sin la menor duda, por el hartazgo y desencanto del pueblo. Primero con el PRI, e hizo ganar al PAN; ahora con el PAN y le dio el triunfo a MORENA. Los vientos de cambio no llegaron a Tamaulipas; llegó más de lo mismo e, incluso, la percepción de corrupción se intensifico. La esperanza de cambio, que tiene el pueblo, le da la oportunidad a MORENA y tiene elementos para hacerlo visible: no robar, no mentir y no traicionar. Y eso, quiérase, se va a notar en las primeras decisiones del gobernante… como se notan con la bancada legislativa de MORENA, solo tienen el nombre.

¿Gobernara AVA, con tamaulipecos, o con forasteros? ¿Cumplirá, él y sus colaboradores, la premisa de no robar, no traicionar y no engañar al pueblo? ¿Buscara, como AMLO, ser amado por el pueblo y odiado por los neoliberales, los conservadores o la mafia del poder? ¿Seguirá al pie las políticas de la 4T?, es decir, iniciara una austeridad republicana, que inicia con adelgazar la burocracia estatal, es decir, despedir personal, bajar sueldos y eliminar de golpe y porrazo los gastos superfluos o inútiles.

DIEZMO DEL 30.

Una que otra vez, por decir, escuche decir a AVA que habrá una transformación en las obras públicas: que ya no van a pedir el moche, ese que se conoce como diezmo, pero que en los últimos sexenios, según cuentan, subió primero a 15, luego a 20 y que ahora está en el 30%. Cuentan que, en otros tiempos, un constructor de un tramo carretero le dijeron: ¿quieres el contrato?, pórtate bien: la esposa del jefe quiere una suburban para llevar a sus hijos a la escuela. Una vez con el contrato, le dijeron: si rebajas un cm el espesor de la cinta asfáltica, te repones… pero esto, bueno, ya no habrá.

Melitón Guevara Castillo

Licenciado en Administración Pública (UAT),  Doctor en Comunicación y Periodismo (Universidad de Santiago de Compostela).

Profesor Emérito de la UAT. Líder del Grupo de Investigación “Democracia y Comunicación Política” de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (Victoria, Tam.,).

Representante en Tamaulipas de la Red Nacional de Investigadores de la Calidad de la Democracia.  

Escribe la columna política DESDE ESTA ESQUINA, desde 1984 en El Diario de Cd. Victoria y actualmente en Hoy Tamaulipas.