Los Reyes La Paz, Edomex (Agencia Informativa de México).- En la zona cerril de la ex hacienda de San Isidro en el municipio de La Paz viven más de 2 mil familias que no cuentan con servicio de drenaje en sus viviendas, en sustitución deben ocupar una fosa séptica que requiere constante desazolve para prevenir infecciones. 

Al respecto, la gente pide a la Comisión de Aguas del Estado de México les envíe camiones tipo vactor para realizar el desazolve de sus depósitos. 

En la Paz los habitantes de zonas cerriles sufren la falta de servicios básicos, entre ellos la red de drenaje, por lo que han tenido que recurrir al uso de fosas sépticas, sin embargo, dicha práctica les ha ocasionado un foco de infección al interior de sus hogares. 

“Las fosas sépticas han sido una necesidad, no las tenemos por gusto, tener que hacer nuestras necesidades fisiológicas ahí, el problema es que en algún momento se llena y es necesario el vactor para realizar el vaciado”, declaró Carmen Muñiz, habitante de San Isidro sección El Pino. 

Dijo que la limpieza de una fosa séptica se debe realizar cada 2 o 3 meses, aunque las familias explican que en temporada de lluvias no debe pasar más de un mes para su limpieza, por esta razón exhortaron a la CAEM para que atienda su solicitud y así prevenir enfermedades.  

Otro problema que deben enfrentas las colonias en esta zona sin las inundaciones durante la temporada de lluvia, lo cual afecta principalmente a las comunidades asentadas en la zona baja. 

Cada año las familias que viven en al pie de la zona cerril pierde parte de su patrimonio por las fuertes lluvias que baja en inundan sus casas, por eso esperan que este año las autoridades destapen coladeras para tratar de evitar un poco las consecuencias de las fuertes lluvias. 

Las inundaciones son una constante en el municipio de los Reyes La Paz, donde a pesar de los esfuerzos por mantener el drenaje pluvial en buenas condiciones, la inclinación de muchas colonias facilita la acumulación de agua de lluvia en la mayoría de las colonias.    

Con una población superior a los 85 mil habitantes, el municipio padece cada año problemas de inundaciones a pesar de los trabajos de desazolve, pues la capacidad de desalojo de aguas del drenaje es menor a la velocidad con que se acumula la lluvia.