Pachuca, Hgo. (Agencia Informativa de México).- La enfermedad de Chagas es una afección parasitaria, sistémica, crónica, transmitida por vectores, es una patología endémica en 21 países de las Américas, aunque las migraciones de personas infectadas pueden llevarla a países no endémicos de América y el mundo.

Con la campaña global; “Ayúdanos a saber cuántos somos y dónde estamos” se busca dar visibilidad y atención al Chagas y elevar el nivel de conciencia en todas las personas, sobre la importancia de mejorar la detección precoz, lograr la ampliación de la cobertura del diagnóstico y el acceso equitativo a la atención clínica para Chagas.

En Hidalgo, a la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH) compete la detección en personas menores de 15 años de edad; en mujeres embarazadas; diagnóstico serológico a la población en general, búsqueda de Triatomas (chinches besuconas) en viviendas de las jurisdicciones sanitarias, rociado intradomiciliar a viviendas positivas y seguimiento a casos. Datos de la Dirección General de Epidemiología señalan que, del periodo 2017 al 2021 se han detectado 228 casos de Chagas en el Estado.

El principal mecanismo de transmisión es vectorial, por hemípteros (chinches), de la Subfamilia Triatominae (con alimentación hematófaga). Infectan personas expuestas a su picadura, al depositar sus heces infectadas en heridas de la piel o sobre mucosas. Otras modalidades de transmisión son transfusional, congénita, trasplantes de órganos u oral.

Aunque la mortalidad ha disminuido significativamente, la enfermedad puede causar consecuencias irreversibles y crónicas en el corazón, el sistema digestivo y nervioso.

Los parásitos entran en el cuerpo cuando la persona se rasca la picadura instintivamente e introduce las heces del insecto infectado en la propia herida de la picadura u otra; así también pueden introducirse a través de las mucosas de los ojos o la boca.

Sin embargo, la enfermedad puede evolucionar libre de síntomas y signos clínicos durante toda su vida en un 70 por ciento de los casos. Un 30 por ciento de los afectados puede tener consecuencias irreversibles para el sistema nervioso, digestivo y el corazón.