Monterrey, NL.- El 75 por ciento de los trabajadores en México sufren de estrés laboral, una situación crítica en constante aumento y con un déficit de especialistas para tratar esa problemática, alertó la compañía  Momentu.

La plataforma de bienestar mental para empleados, informó que la Secretaría de Salud federal estima que en México 15 millones de personas padecen algún trastorno de salud mental.

“Siendo el estrés laboral el principal padecimiento entre la fuerza trabajadora: tres de cada cuatro trabajadores mexicanos lo padecen “, enfatizó.

A estas cifras se suman otros datos alarmantes proporcionados por la Asociación Psiquiátrica Mexicana, el INEGI y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS):

Durante los últimos 10 años ha habido un incremento continuo del 16 por ciento de incidencia de suicidios y el 11 por ciento del gasto destinado a la atención de discapacidades laborales se relaciona con trastornos mentales.

Subrayó que:

“apenas el 2 por ciento del presupuesto de salud se utiliza para combatir y tratar la salud mental de los mexicanos.

La falta de especialistas en salud mental – psicólogos, terapeutas y psiquiatras – y no atender los factores de riesgo psicosocial en el mundo del trabajo tiene un alto coste para el aparato productivo nacional: cerca de 16 mil millones de pesos anuales.

“Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la fuerza laboral mexicana es una de las más estresada del mundo, y durante la emergencia sanitaria la prevalencia de la ansiedad y depresión incrementó en más del 30 por ciento”, indicó

Recalcó que:

“la OMS estima que 75 por ciento de las personas trabajadoras en México padecen los efectos del estrés laboral crónico o burnout “.

Explicó:

“Se caracteriza principalmente por sentimientos de agotamiento, distanciamiento mental del trabajo, y sentimientos negativos relacionados con las funciones laborales, como ineficiencia o falta de realización “.

Las empresas, enfatizó, tienen la responsabilidad de evaluar en sus trabajadores aspectos puntuales para determinar su bienestar mental y posibles afecciones y trastorno.

Recomendó evitar las altas cargas de trabajo, un liderazgo mal enfocado, los horarios laborales rígidos, las incongruencias entre las habilidades y las funciones para el cargo, las políticas de seguridad y salud inadecuadas o inexistentes, y las prácticas ineficientes de gestión y comunicación.