El Vaticano, (Agencia Informativa de México).- El Domingo de Ramos, el Papa Francisco celebró la Santa Misa precedida por la procesión y bendición de las palmas de olivo en la Plaza de San Pedro.

Ante la presencia de los fieles y peregrinos, el Santo Padre habló sobre el Evangelio del día según San Lucas que narra la Pasión de Jesús.

En ese sentido, invitó a reflexionar sobre las palabras de Jesús en la cruz, quien en medio del dolor lacerante que padecía no recurrió a los gritos ni a la rabia, sino que rezó por los malvados “Padre, perdónalos”.

Tras haber celebrado la santa Misa del domingo de Ramos, el Papa Francisco pidió de nueva cuenta por el cese de la guerra en Ucrania.

“Dejemos las armas, iniciemos una tregua pascual, pero no para recargar las armas y reanudar la lucha, ¡no! Una tregua para lograr la paz, a través de una verdadera negociación, dispuestos incluso a hacer algunos sacrificios por el bien del pueblo”.

Antes de rezar la oración mariana del Ángelus, el Pontífice recordó que fue el propio Ángel del Señor quien dijo a María en la Anunciación: “Nada es imposible para Dios”.

“Nada es imposible para Dios, ni siquiera poner fin a una guerra cuyo final no se vislumbra, una guerra que cada día pone ante nuestros ojos atroces masacres y atroces crueldades cometidas contra civiles indefensos. Recemos por ello”.