Cuernavaca, Mor 11 Mar (Agencia Informativa de México).- Amigos y familiares de la familia de Gal y Maya Medina, sustraídas por su padre de un juzgado con la anuencia de una juez, marcharon este viernes para pedir su regreso y exigir a las autoridades castigo para las autoridades judiciales que violaron sus derechos.

Con pancartas y cánticos, los compañeros escolares y amigos de las menores de 13 y 15 años de edad que desde el pasado miércoles permanecen incomunicadas por su padre, el israelí Guy Dorel, fueron los que encabezaron la caminata que tuvo tres puntos de arribo: la catedral de Cuernavaca, el Palacio de Gobierno y el Tribunal Superior de Justicia (TSJ).

Cómo se recordará, el pasado miércoles la juez tercero civil, Laura Galván autorizó la entrega de las menores a su padre, quien en Israel promovió el regreso de sus hijas a su país natal, sin embargo y pese a la resolución internacional, la juez no observó los deseos de las menores de quedarse en Mexico con su madre Carolina Inés Medina.

Nicolas Celis, productor de cine y tío de las niñas sustraídas, reconoció que la respuesta social a la causa de su familia, y lo atribuyó al nivel de injusticia que prevalece en el asunto, además de que las redes sociales se convirtieron en extraordinario vehículo para difundir el caso y evitar que las niñas fueron sacadas de México.

El padre de las niñas sacó por la fuerza a las menores del juzgado, y luego las subió a un auto compacto. Desde el miércoles pasado se desconoce la ubicación de las niñas por lo que las autoridades federales cerraron los puntos de salida del país y la Fiscalía de la Ciudad de México emitió la cédulas de búsqueda.

Hasta este viernes, y a pesar de la búsqueda continua, no hay rastro de las niñas ni de su padre. Las niñas no cuenta con sus celulares porque les fueron recogidos durante la audiencia, y el padre apagó su aparato para no ser localizado.

Oración por su regreso

Los integrantes de la marcha de protesta hicieron parada en la Catedral de Cuernavaca, donde fueron recibidos por el obispo de la Diócesis local, Ramón Castro Castro.

Ante él, los inconformes leyeron una carta y le solicitaron al jerarca católico su intervención ante las autoridades estatales y federales para frenar las injusticias judiciales que prevalecen en Morelos, y se promueva un castigo contra los violadores de los derechos de Gal y Maya.

En contraparte, Ramón Castro Castro se solidarizó con la familia Medina y sus amigos, y llamó a hacer oración para pedir por el regreso de las menores.

Posteriormente los amigos y familiares de Gal y Maya se dirigieron al Palacio de Gobierno donde fueron recibidos por funcionarios de la gubernatura y, posteriormente se dirigieron al TSJ donde efectuaron un nuevo mitin para exigir el cumplimiento de la resolución federal que impuso a la juez Laura Galvan el retorno legal inmediato de las menores de edad.