Inflación a la alza y estancamiento del PIB
Los signos de la recuperación de la economía mexicana a finales de febrero, son muy frágiles y pesimistas.
Por un lado, el INEGI, esta semana anunció que la inflación del Índice Nacional de Precios al Consumidor mantuvo su tendencia alcista, con una tasa anual del 7.22% en la primera quincena de febrero de este año. Recordando que la meta anual de inflación del Banco de México, es del +/- 3% anual.
Además, los indicadores de movimientos del PIB muestran una clara desaceleración, motivada por los desatinos recurrentes del gobierno federal y la caída gradual de las inversiones públicas y privadas. Por ello, se anunció que el incremento del PIB, al cierre del año 2021, no superó la tasa del 4.2%, muy debajo de las expectativas del 6% estimado para lograr recuperar en algo la estrepitosa caída del PIB en 2020, cercana al 8.2%, sumándose a la también caída del 0.5% en el 2019.
Estos síntomas negativos de inflación histórica, que no se veía en México desde hace 20 años, son resultados de un mal manejo gubernamental de las políticas públicas monetarias y fiscales.
Lo anterior se ratificó esta semana, al trascender la agenda de la reunión de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico), donde sus seis integrantes advirtieron sobre los cambios en los pronósticos que apuntan a un menor crecimiento económico y una mayor inflación en el país a lo antes esperado, según reveló la minuta del banco central sobre su última reunión. “Todos mencionaron que las expectativas de inflación para 2022 y 2023 volvieron a incrementarse”, advirtió el documento.
La minuta se difunde el mismo día en el que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó que la inflación general anual se ubicó en 7.22% en la primera quincena de febrero y la subyacente en 6.52%, su nivel más alto desde 2001 y por encima de las expectativas.
Además de la inflación, en la Junta de Gobierno de Banxico “todos destacaron que, según la información más oportuna, la actividad económica se contrajo ligeramente en el cuarto trimestre de 2021″, por lo que “algunos comentaron que las expectativas de crecimiento para 2022 se ajustaron a la baja”.
La minuta corresponde a la reunión del 10 de febrero en la que Banxico elevó la tasa de interés a 6%, el sexto aumento consecutivo del tipo, que se había mantenido hasta junio en 4 por ciento, el nivel más bajo desde 2016.
El reto del banco central ha sido subir las tasas para afrontar la inflación mientras México padece un estancamiento, con un crecimiento preliminar de 4.8 por ciento del PIB en 2021, por debajo de la expectativa de 6 por ciento que esperaba el Gobierno tras la contracción histórica de 8.2 por ciento en 2020. Para este 2022, el sector privado espera un crecimiento de 2.27 por ciento, según la última encuesta mensual de Banxico.
El tema aquí, no es solo cuestionar el mal desempeño que sigue ocurriendo en nuestras principales variables macroeconómicas, sino que seguimos sin observar un verdadero plan de choque que el gobierno de México estaría discutiendo, para amortiguar el desempeño de la economía mexicana, que de acuerdo a la OCDE, tendrá un cierre de sexenio mediocre, estimándose una tasa promedio anual menor del 0.5% en los seis años de este gobierno.
No se percibe un Plan B, no se dan señales de estímulos y apoyos a la inversión privada para las pymes, no cambian las ocurrencias de seguir manteniendo las obras faraónicas del sexenio, que en la reciente auditoría de la ASF del congreso, salen señalamientos por desvíos y fallas en la transparencia de los principales programas federales, como son Sembrando vida, Jóvenes Construyendo el futuro, Tren Maya, Refinería Dos Bocas, Tren Transitsmico y Aeropuerto Santa Lucia.
Es tiempo de sentarse a dialogar con los empresarios y ciudadanos, de reconocer los hierros de este gobierno y dejar de polarizar desde el púlpito mañanero.
El país violentado lo demanda, los empresarios quebrados pymes lo imploran, los trabajadores desempleados lo exigen, los 52 millones de mexicanos en pobreza laboral lo gritan, ya basta de falacias, es tiempo de ponernos todos a trabajar por el bien de México y de todos los mexicanos...
Jorge Alfredo Lera Mejía
Tampiqueño, Economista (ITAM), LAE, Maestro en Economía y Doctor en Administración Pública (UAT).
Asociado del INAP, Subsecretario del Exterior de la Federación del Colegio Nacional de Economistas y Vicepresidente zona noreste de la LER. Inicia su carrera en 1977 y ha desempeñado diversos cargos en la Administración Pública Federal, en Michoacán y en Tamaulipas.
Catedrático en la UNAM, ITAM, ULSA y actualmente profesor-investigador por la UAT e Instructor de la Auditoría Superior de la Federación.
Para que HOYTamaulipas siga ofreciendo información gratuita, te necesitamos. Te elegimos a TI. Contribuye con nosotros. DA CLIC AQUÍ