Morelia, Michoacán. - El pasado 29 enero comenzó la incursión de elementos castrenses para reforzar la estrategia que permitiera recuperar la seguridad en Aguililla, lo que derivó en el ingreso de cientos de soldados y guardias nacionales a la región el pasado 04 de febrero, dos semanas después suman más de 60 comunidades en las que las Fuerzas Federales han tomado el control de la seguridad según los reportes oficiales. Cabe recordar que, en la zona grupos criminales que buscan hacerse del territorio habían establecido un estado de sitio, en el que las vialidades eran trozadas con maquinaria pesada, lo que impedía el libre tránsito, así como el acceso de víveres y de las propias autoridades, lo que a su vez ocasionó un éxodo de pobladores que al quedar atrapados optaron por abandonar sus tierras.

Ahora 14 días después del ingreso de la Sedena y la Guardia Nacional, poco a poco habitantes de las comunidades que han sido arrebatadas al narco, más de 60 hasta este sábado, han comenzado a regresar a sus hogares, a sus huertas, a las actividades productivas y sociales, tras la recuperación de vialidades por parte de las Fuerzas Federales.

Como parte de las acciones emprendidas por los uniformados, se encuentra la instalación de filtros vehiculares y patrullajes permanentes, con presencia que es reforzada con labor social, misma que va desde atención médica y dental, reparación de vehículos con equipo y personal de Sedena, así como la recuperación y limpieza de espacios públicos.

Durante un recorrido por varias poblaciones de la zona como, El Aguaje, Naranjo de Chila, El Charapo, El Limoncito, El Cajón, El Terrero, San José de Chila, Catalinas y División del Norte, se pudo constatar que lo que antes eran pueblos fantasmas, han comenzado ser habitados, las tiendas que hasta hace unas semanas permanecían cerradas, han resurtido y como dijeran los niños de la región con una felicidad evidente “el refri tiene refrescos”.

Situaciones que en otros puntos de la entidad parecieran cotidianas, en esta región hoy causan alegría, sorpresa y al mismo tiempo esperanza de que llegue la tan añorada paz y estabilidad para estas tierras tan prosperas.

De igual forma las huertas principalmente de limón, han comenzado a ser limpiadas, brigadas de cortadores recorren las carreteras luego de una jornada de labores, que hoy les ha permitido regresar con el sustento a sus hogares.

Se vuelve más constante el tránsito de camiones con ganado, que ahora es regresado a sus corrales, luego de que por meses permanecieron en el abandono, “ahorita los ranchos huelen a rancho y no a muerte o pólvora”, manifestó un adulto mayor en San José de Chila.

Mientras que, al preguntar por una tienda para comprar agua, la gente responde “hay una en esta esquina y otra en la calle de atrás”, cuando apenas en diciembre pasado no era posible si quiera intentar cruzar los retenes de gente arma con un garrafón del vital líquido.

El transporte público ha sido reestablecido en sus corridas de Aguililla hacia Coalcomán, por medio de autobuses, mientras que hacía Apatzingán, de momento solo es con combis desde El Aguaje.

Escuelas trabajando no pudimos observar, la mayoría servía como base para las fuerzas armadas, pero se prevé que si la tendencia continúa, será en las próximas semanas cuando se esté en condiciones de que se dé un regreso a clases.

Es de señalar que kilómetros de brechas han “barridos” metro a metro, lo que permitió localizar y destruir más de 250 artefactos explosivos de fabricación artesanal tipo mina, que lamentablemente han cobrado ya la vida de un campesino en la localidad de El Colomo.

Está de más mencionar que falta mucho trabajo por hacer, mucha gente por volver, mucha tierra por labrar, pero ya es notorio un cambio en la actividad social y económica, principalmente detonada por la presencia del Ejército Mexicano, pero aún persiste el temor entre los pobladores de que se retiren, que los comisionen a otro lado y de nueva cuenta queden en el abandono a merced de los criminales que permanecen al asecho.