Chilpancingo, Gro. - Habitantes de localidades del municipio de Quechultenango, después haber mantenido retenidos durante más de cinco horas a efectivos de la Secretaría de la Defensa Nacional y personal de la Fiscalía General de Guerrero, fueron liberados minutos antes de las 23:00 horas de la noche de ayer, con el compromiso de que a partir de este jueves, se coordinarán con la policía municipal, para el operativo especial de seguridad que mantienen en el lugar desde el pasado fin de semana.

Desde la tarde de ayer miércoles, los habitantes de una decena de poblaciones de Quechultenango, con un bloqueo en la entrada principal de la población, exigieron la salida de los militares, así como de elementos de la Guardia Nacional, quienes desde el pasado fin de semana incursionaron al poblado de Tlanicuilulco, presuntamente punto de operación del grupo delictivo Los Ardillos.

La movilización continuó durante la noche de ayer, y fue necesaria la presencia del secretario de Seguridad Pública Estatal, Evelio Méndez Gómez y del comandante de la 35 zona militar, Enrique Martínez López, para la liberación de los efectivos y elementos, después de la firma de una minuta de acuerdos.

Los manifestantes con pancarta y micrófono en mano, acusaron a los integrantes de las fuerzas federales de cometer diversos abusos y atropellos contra la población, además de que inhiben la presencia de los visitantes a los puntos de recreación, ubicados en el municipio, perteneciente a la zona Centro del estado.

Otro de las condiciones para la liberación de los efectivos militares y personal de la Fiscalía de Guerrero, es que la población se hará cargo de la seguridad, porque se acusó a las fuerzas castrenses, los robos y extorsiones se han incrementado. “Ya no queremos más gobierno aquí, ustedes cada vez que vienen son un problema para nuestro pueblo, ahora les pedimos fuera, no los queremos, no queremos gobierno en nuestro pueblo”.

Aseguraron que el municipio no requiere de la presencia de los militares, ni de operativos especiales, porque se trata de una población pacífica; y pidieron a las fuerzas federales para que se trasladen a los municipios que requieren de seguridad como Acapulco, donde se registran vehículos incendiados por la delincuencia, y los empresarios y comerciantes tienen que pagar una cuota a la delincuencia para que pueda a trabajar.