Cuernavaca, Mor. (Agencia Informativa de México).- En privado y en medio del temor de sufrir alguna nueva agresión armada, se realizaron este sábado y domingo los funerales del líder ejidatario, Francisco Vázquez Dominguez, asesinado el pasado jueves al interior de su parcela en el municipio de Villa de Ayala, al oriente del estado de Morelos.

Un grupo de hombres a caballo vestidos de negro, y luego amigos y familiares, también con camisas negras, trasladaron al panteón el féretro que contenía los restos del hombre de 67 años de edad, quien fue ultimado con disparos de arma de fuego cuando se encontraba dialogando con otra persona, quien también resultó herido.

El velorio y sepelio de Francisco Vázquez Dominguez se realizó de manera íntima, sin medios de comunicación y sin el permiso de la familia, particularmente de sus hijos, que tuviera difusión o cobertura. También evitaron dar cualquier tipo de declaración sobre el asesinato del ejidatario, cuyo activismo en contra de la Termoeléctrica fue negada por su propia familia y las autoridades, lo que echó por tierra la versión de que habría sido ultimado por su desempeño contra el proyecto.

El asesinato de Francisco Vázquez se presentó 24 horas después de la reunión que encabezó con más de 20 comisariatos ejidales, en su calidad de presidente del Consejo de Vigilancia de la Asociación de Usuarios del Rio Cuautla (Asurco), donde se revisó la destitución del presidente de la organización, Rogelio Plascencia Barreto a quien acusan de varias irregularidades.

Ese día, Vázquez Dominguez, con base en los estatutos de Asurco, planteó la probable destitución de Plasencia Barreto, debido a que, entre las irregularidades que presenta, está la falta de transparencia en el uso de unos 2.5 millones de pesos, que es el pago por el servicio de agua para la termo eléctrica de Huexca por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

A causa de una división al interior de Asurco por el funcionamiento de la Termoeléctrica -de la que también formaba parte Vázquez Domínguez– , las oficinas de la organización permanecen tomadas desde hace casi dos años , por lo Plascencia Barreto no puede utilizarlas ni despachar ahí..

En medio de este contexto, poco antes de su asesinato, la víctima hizo público y también o sabía su familia, que temía por su vida. En un comunicado emitido por la organización Ejidos en Defensa del Agua de Ayala, se difundió este fin de semana que el propio Vázquez Dominguez había difundido que había recibido amenazas de muerte por parte de Plascencia Barreto.