El 10 de febrero terminan las precampañas políticas: se desarrollan al interior del partido político para definir quién es su candidato constitucional a la gubernatura. En este caso, hay precandidatos únicos; MORENA con Américo Villarreal Guerra; la coalición PAN-PRI-PRD con Cesar Verástegui y el Movimiento Ciudadano con Arturo Diez Gutiérrez. Hagan de cuenta que, como era una lucha interna, si hubo lodo, fue fuego enemigo. Lo que sigue, en la intercampaña y luego la campaña constitucional.

La precampaña fue la oportunidad para que los militantes de cada partido político visualizaran a su precandidato; por eso, los spots de radio y tv, así como los panorámicos, estaban dirigidos a la militancia del partido político. Ahora viene, si, la intercampaña, donde van a afilar la navaja, preparar las flechas, conocer las debilidades del enemigo y las fortalezas del propio. Sera, entonces sí, una guerra sin cuartel.

EL CUARTO DE GUERRA.

Cada partido político, cada candidato, en el momento que inicia la precampaña debe tener listo su equipo de lucha, especialmente el conocido como Cuarto de Guerra; que es, en plata limpia, el equipo humano que va a dirigir la estrategia de la lucha partidista-electoral. En principio, conocer donde está parado el candidato, conocer sus fortalezas y debilidades, y a partir de ahí establecer una estrategia de guerra. “Es la estrategia, estúpido”, recomienda en su libro Carlos Flores Rico. Y es que, a estas alturas, no tener una estrategia, es propiciar una derrota.

¿Tiene cada candidato su cuarto de guerra? La forma de cómo se realizó la etapa de precampaña indica que no, al menos Américo y Arturo; da la impresión que buscaron llevársela de muertito; caso contrario Cesar, donde ya establecieron, por ejemplo, una narrativa del origen y formación del candidato, en la cultura del esfuerzo; los otros dos, enfatizan, AVA en los postulaos de la 4T en tanto que Arturo en su imagen de ser entrón, por ser tamaulipeco. La etapa que sigue es de estudio, análisis, reflexión, preparándose para la lucha político-electoral constitucional.

SUMAR Y MOSTRAR MUSCULO.

Cada precandidato gradual y paulatinamente ha realizado un trabajo de sumar a su causa a políticos, digamos, que tienen un capital político. Por ejemplo, Américo presumió que en Reynosa recluto a Oscar Luebert como a Humberto Valdés, destacados priistas; en tanto que Cesar, poco a poco, va integrando a priistas (van en coalición) y la última importante fue la de Baltazar Hinojosa Ochoa, el que fuera candidato priista y perdió la gubernatura hace 6 años. Arturo Diez, también ha sumado, se puede decir, de poca monta.

Uno de los elementos en cada elección es “mostrar musculo” con eventos multitudinarios. En este sentido, quien más ha evidenciado más fuerza ha sido el precandidato de la coalición PAN-PRI-PRD. Américo ha sido, en este caso, un poco más limitado, aunque si ha realizado actos de cierre con buen número de militantes. Arturo como MC tiene poca militancia, casi ni estructura, no tiene musculo que presentar. La advertencia, sobre estos eventos, es que son un autoengaño, puesto que por lo regular, los asistentes son acarreados, forzados o cooptados económicamente o a través de un beneficio social.

VERDADES O FALSEDADES.

En toda campaña político-electoral hay lodo. La cuestión es si eso es verdadero o falso. Recordamos el caso de Clara Luz, en Nuevo León: le demostraron que mintió, y el video que la exhibió le genero una estrepitosa derrota: del primer lugar en el posicionamiento quedo en el 4 en la votación final. En el caso de Tamaulipas, se cuenta, hay una guerra sucia en contra de MORENA, sus activos y hasta del precandidato único. La pregunta, sin duda: son hechos reales o simples mentiras. Una mentira se combate con la verdad… pero una verdad, difícil, imposible de negar.

Termina la precampaña y los golpes más fuertes fueron para MORENA. A su precandidato AVA, señalado de ser beneficiario del Carmonazo. Y el remate, como si uno creyera en las encuestas, que ya hay un empate técnico entre AVA y Cesar… de Arturo, ni se acuerdan en las encuestas. Todo hace indicar que la campaña constitucional será, ni lo dude, de mayor y fuerte golpeteo mediático.

EL BENEFICIADO.

El político o candidato objeto del fuego sucio, sin la menor duda, se tiene que preguntar: ¿a quién beneficia que me golpeen?, y así es como se puede, mínimo, identificar de donde vienen los golpes. Y ahí es cuando el Cuarto de Guerra, debe mostrar que tiene capacidad para responder y siempre tiene que ser en dos líneas: fortaleciendo, protegiendo al candidato, así como buscar debilitar, o distraer, al contrincante: que se entretenga defendiéndose.

Melitón Guevara Castillo

Licenciado en Administración Pública (UAT),  Doctor en Comunicación y Periodismo (Universidad de Santiago de Compostela).

Profesor Emérito de la UAT. Líder del Grupo de Investigación “Democracia y Comunicación Política” de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (Victoria, Tam.,).

Representante en Tamaulipas de la Red Nacional de Investigadores de la Calidad de la Democracia.  

Escribe la columna política DESDE ESTA ESQUINA, desde 1984 en El Diario de Cd. Victoria y actualmente en Hoy Tamaulipas.